Gran alegría iniciar en El Heraldo de México con este espacio, donde usted, amable lector, podrá encontrar un punto de vista sin compromisos, directo, libre.
En plena Liguilla, Raúl Gutiérrez fue el único que no empezó el torneo, pues gracias a las malas decisiones directivas, al contratar al ilustre desconocido, el uruguayo Diego Aguirre, se hizo cargo de uno de los equipos más demandantes y desgastantes en la Liga MX.
El Potro observaba la descomposición del Cruz Azul desde la Sub 20, ese lugar donde se espera siempre una oportunidad para dirigir al primer equipo.
Ver lo que ha logrado Gutiérrez con los celestes, en medio de un nuevo cisma directivo, es de llamar la atención, por la manera en que este hombre ha evolucionado como director técnico, para no quedar encasillado en un entrenador de niños, que no puede tomar con éxito a un equipo grande.
La cosa es muy simple: Hoy, Gutiérrez ha hecho lo que no pudo Jesús Ramírez.
¿Por qué meter en la conversación a éste último? Simple. Son los únicos dos entrenadores que han conseguido el título Mundial Sub-17 para nuestro país.
Ramírez en 2005, y Gutiérrez lo hizo en 2011.
Porque mientras que Ramírez fue un rotundo fracaso con el América, en 2009; Gutiérrez ha encontrado camino con base en un recorrido por diferentes equipos de lo que hoy es la Liga de Expansión, así como en Honduras, país en el que había dirigido antes de llegar al equipo Sub 20 de la escuadra de La Noria.
Queda claro que no es lo mismo tener que lidiar con jóvenes, que saber gestionar un vestuario lleno de figuras.
Hay que ser una persona preparada y capaz de manejar egos y ponerlos a disposición de lo que se busca.
Y eso, hasta ahorita, está del lado de Raúl, quien no se ha quedado en el verbo que sirve muy bien para dar conferencias motivacionales a empresas, pero no para ganar títulos en el terreno de juego, y menos cuando diriges a un equipo como América o Cruz Azul.
Ahora, La Máquina, comandada por Gutiérrez, jugará los cuartos de final ante el Monterrey.
No es favorito, pero tampoco se le debe desahuciar.
De hecho, si recordamos el partido de la fase regular del campeonato, en el estadio de Rayados, el Cruz Azul, ya con Raúl Gutiérrez en la banca del equipo celeste, hizo ver mal por momentos al conjunto dirigido por Víctor Manuel Vucetich, que mostró ser vulnerable.
Hoy por hoy, Raúl Gutiérrez ha dejado muy atrás la imagen de entrenador de juveniles.
El director técnico de Cruz Azul no se estancó y sigue hacia adelante en su carrera, pese a que la oportunidad haya caído de rebote, sigue adelante gracias a su capacidad de evolucionar y no conformarse con dar conferencias motivacionales de por vida.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
MAAZ