NUEVOS ENTORNOS

Pactos salvadoreños en Chapultepec

Poco se habla del día en que cambió uno de los paradigmas de cómo se percibía a América Central

OPINIÓN

·
Guadalupe González / Nuevos Entornos / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Una generación global involucrada, o varias, recuerdan o no quieren hacerlo, depende desde cuál punto se analiza. No se trata de la edad, sino de lo que se vive en una temporalidad más amplia que lo que los programas administrativos piden.

En 2022, poco se habla del 16 de enero de 1992, día en que cambió uno de los paradigmas más importantes de cómo se percibía a América Central. El camino abierto a la paz por el que hubo quien sí decidió andar y asegurar que se siguiera. Pero continúa abierta una pregunta.

En México, se firma el texto del Acuerdo de Paz entre el gobierno de El Salvador y el FMLN en el Castillo de Chapultepec, partes de un conflicto que dejó más de 75 mil muertos en poco más de 10 años. 

TE PUEDE INTERESAR: Certeza en Chile y Honduras

El proceso de solución ocurrió ante contextos de profundo cambio interno y externo. Lo refiere Naciones Unidas como el resultado de uno de los esfuerzos de más amplio alcance que esos países hayan emprendido jamás en el libro sobre el rol de la organización y El Salvador para el periodo 1990-1995.

Boutros Boutros-Ghali era entonces el nuevo secretario general de la organización, cuando procedía la consolidación y cumplimiento de lo acordado. Se señala que El Salvador era un país transformado tres años después por el nuevo marco de derechos y esfuerzos para la reconciliación, la reconstrucción y el desarrollo humano. 

Se celebraron elecciones libres, la comunidad internacional continuó proveyendo los medios requeridos. Una Comisión de la Verdad realizó la labor encomendada. Se constituyó una operación de mantenimiento de la paz de la ONU. Pero algunos temas quedaron fuera de la negociación pactada, aun cuando estuvieran en la agenda original. 

El secretariado de la organización alertaba de la persistencia de problemas graves, reformas incompletas, el temor de que se mantuviera la polarización de los antagonistas y la pobreza agobiante. A pesar de eso, refería la existencia de una base sólida para un futuro de paz, cuando se avanzaban procesos como el electoral, verificaciones y garantías postconflicto.

TE PUEDE INTERESAR: América Central y variaciones externas

En ese periodo, la comunidad internacional colaboró con el proceso de mediación y facilitación de la negociación de los acuerdos de paz entre el gobierno de El Salvador y la principal agrupación política de oposición el Frente Farabundo Martí Para la Liberación Nacional que involucró al resto de partidos y fuerzas militares.

El silencio también es una forma de recordar o conmemorar, pero no suele perdurar. Ahora el contexto es diferente, pero las voces experimentadas que participaron en el proceso insisten en la necesidad de detener el olvido ante los problemas tradicionales, los nuevos por resolver, de establecer nuevos acuerdos, del no retorno a la exclusión. 

POR GUADALUPE GONZÁLEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
@GUADALUPEGONZCH

PAL

SIGUE LEYENDO

El litoral del Pacífico, un paso necesario

Contraluces regionales en 2022

El cuidado común ante el 2022