COLUMNA INVITADA

La traición, la indulgencia de Morena

El régimen ha logrado intimidar, acorralar y después seducir a varios gobernadores “de oposición”

OPINIÓN

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Federico Döring / Colaborador/ Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

En la doctrina católica, la indulgencia -a diferencia del sacramento de la penitencia- no perdona el pecado en sí mismo, sino que exime de las penas de carácter temporal a los  fieles que deberían purgarlas, ya sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio. Así como en el siglo XVI, su abuso y tráfico económico por parte de ministros de la iglesia católica llegó a niveles alarmantes, siendo uno de los principales motivos del desencuentro con Lutero, ahora con la 4T de MORENA han resurgido como parte de la Encíclica Electoral “Traiciona y Gozarás de Impunidad” de Andrés Manuel López Obrador: el único.     

En el marco de una brutal persecución política a los opositores, que muchos temen se agrave aún más con la llegada de Pablo Gómez a la UIF, el régimen ha logrado intimidar, acorralar y después seducir a varios Gobernadores “de oposición” ya sea por tener pasados denigrantes llenos de corrupción y enriquecimiento inexplicable que les acechan, o por su desencuentro o lejanía con su dirigencia nacional, a veces por ambas razones.

“La Traición es una Mancha que Jamás Envejece” y la política como la vida misma. suele estar plagada de traidores capaces de traicionarlo todo; amigos, familiares, cónyuges, lealtades y relaciones de años por dinero o por poder en el marco de la lucha electoral.

Mucha crítica suele conllevar las decisiones de abandonar un partido político para migrar a otro sin que muchas veces se conceda el beneficio de la duda de una genuina decepción ideológico-partidista, o sin conocer los agravios sectarios y excluyentes de algunas dirigencias que NO actúan de manera institucional y responsable, sino facciosa y vulgar, provocando la crisis.

Pero todas las traiciones políticas la peor sin duda, es la que se teje desde el poder en contra del partido o partidos que le llevaron a esa posición, al miserable que no sólo abandona el barco que lo llevó a ese puerto, sino que además intenta aprovechar esa oportunidad brindada por esa nave y los ciudadanos, para hundirlos después.

 Más allá de posibles desencuentros partidistas; ¿qué más puede hacer un partido para apoyar los sueños, anhelos y proyectos de un militante que el apoyarle con la candidatura para ser Gobernador o Jefe de Gobierno de su entidad, salvo la candidatura Presidencial?

¿Cómo puede o de qué puede quejarse como ingratitud o falta de apoyo aquel que su partido postuló y apoyó para ser Gobernador de su estado? La respuesta suele estar en las pretensiones desbordadas de poder, en la intención de ser Virrey y controlarlo TODO, incluida por supuesto la sucesión, pero jamás un partido podría otorgar una candidatura con esa garantía, y mucho menos, exigirle a algún militante, pues bajo esa premisa, cancelada la democracias y deliberación interna, el partido se volvería un feudo estatal en el epítome de una dictadura a la que jamás ni siquiera el PRI llegó el siglo pasado, pero a la que aspira AMLO.

Resuelta esa hipótesis, si no es racional, ni sensato, ni remotamente atendible la pretensión de imponer sucesor garantizado como Gobernador, salvo en las mentes megalómanas que suelen sufrir delirios como “es que gané Yo no el partido, otro no habría ganado la elección” o “es que la gente me quiere y apoya a mi no al partido” y el clásico “es que sólo Yo sé operar y ganarles elecciones”, pasemos al otro inefable factor de la máxima traición que lleva a recibir invitaciones al Gobierno de AMLO y a las Embajadas de México.

El miedo a la fiscalización, a tener que asumir y enfrentar las consecuencias de haberse enriquecido ilegalmente al amparo del poder, si eso es un factor de presión vía la UIF y la FGR, y además agravado por una cerrada contienda electoral que no otorgue certidumbre de no revisar los manejos presupuestales de su sexenio, se tiene el caldo de cultivo idóneo para sembrar la semilla de la cizaña, insidia y traición de MORENA.

Con tristeza veo vientos de traición en varios estados este año, donde Gobernadores no sólo han abandonado el barco que los llevó a despachar en esa oficina, sino que como dije, se ofrecen como meretriz al presidente para sabotear la nueva zarpada. Sin duda, no es algo nuevo y empezó desde 2019, pero como jamás fue castigado, esas traiciones partidistas quedaron impunes, y en ese pecado unos cuantos llevan su penitencia, son el veneno democrático que hoy carcome las posibilidades de triunfo de alianzas electorales de auténtica oposición a MORENA.

Vaya ironía, en una de las épocas de peor degradación moral del clero, aquellos con las peores conductas, pero con vastos medios económicos, compraban su paz y “perdón” terrenal a billetazos, sin importar sus pecados y conductas previas a través de las Indulgencias de la Iglesia Católica. Siguiendo su ejemplo, el aspirante a ministro de culto que ofrece conferencias de prensa por las mañanas, ofrece a los Gobernadores corruptos, con colas sucias y bolsillos llenos y sin garantía de triunfo y/o posibilidad de imponer a su candidato a sucederles, pagar con votos de traición su Indulgencia Política en pactos de impunidad.

POR FEDERICO DÖRING

LEGISLADOR LOCAL DEL PAN

@FDORINGCASAR

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