DESDE AFUERA

EEUU: Un reajuste de políticas (II)

Washington tiene claro interés en la estabilidad política y económica de México, que está integrado a su entorno económico y de seguridad

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La salida estadounidense de Afganistán lleva a un mayor énfasis del gobierno de Joe Biden en temas domésticos y en ese marco a un reajuste de políticas hacia Latino- américa en general y México en particular.

Esa formulación puede combinar con las propuestas políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pero al mismo tiempo, Estados Unidos tiene claro interés en la estabilidad política y económica de México, que está integrado a su entorno económico y de seguridad.

Por ahí de 2018, el senador republicano Marco Rubio subrayó lo que bien podría ser una máxima de la política estadounidense hacia México. Eran los meses previos al triunfo electoral de López Obrador. Y aunque no necesariamente del gusto de Rubio, de origen cubano, recordó que "el interés mutuo de Estados Unidos y México es tan fuerte, tan significativo, que es difícil imaginar que incluso alguien de la izquierda dura lo ignore, si verdaderamente quiere ser exitoso. No se puede ser Presidente de México si no se reconoce esa realidad".

Es evidente que el presidente López Obrador ha prestado atención, en el régimen de Trump y el actual, aunque las relaciones personales hayan sido descuidadas.

Ese interés se refleja visiblemente en la virtual aceptación de la política "permanece en México" y las decisiones de controlar la llegada de indocumentados centroamericanos y definirlos como "refugiados económicos", y en la determinación aparente de actuar como "bisagra" entre EEUU y América Latina, especialmente los gobiernos de la nueva "marea rosa".

La idea de un nuevo organismo regional, que margine a la Organización de Estados Americanos (OEA), puede verse como un choque con la política tradicional estadounidense, pero también como la posibilidad de que permita a Washington buscar una nueva relación, menos contenciosa y acorde con su interés en "contener" los avances de China en el hemisferio, amén de deshacerse del bagaje de la Guerra Fría y tal vez hallar un camino alrededor del absurdo embargo económico contra Cuba, que es parte de su política doméstica.

Hay tres puntos a considerar desde el punto de vista bilateral: seguridad –incluso migración y narcotráfico–, economía –complementariedad de políticas más allá de los procesos de producción– y estabilidad social, con respeto a procesos democráticos incluidos.

En seguridad, se está en la negociación de un nuevo acuerdo que modifique aspectos de lo ya existente, en especial de la llamada Iniciativa Mérida sobre la lucha contra las drogas y el crimen organizado, así como posiciones conjuntas sobre migración, especialmente no regional. Para el gobierno Biden, los temas ambientales son de seguridad.

Lo económico puede ser más complicado, toda vez que la retórica del gobierno mexicano y algunas medidas legales, como la reforma energética, han creado incertidumbres de inversionistas y abiertas denuncias. Pero nada que no pueda resolverse con un batallón de abogados.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

PAL