DE LEYENDA

La NFL 2021

No importa a qué equipo le vayas o a qué jugador prefieras: casi cualquier partido vale la pena, por lo que hay que disfrutar esta temporada al máximo

OPINIÓN

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Gustavo Meouchi / De Leyenda / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En esta era de análisis rápidos e información depurada, en la que la presión por decir mucho, en corto tiempo, es brutal, se puede explicar la esencia del futbol americano en 10 minutos solamente. Elijamos esos 10 minutos con cuidado y situémonos, por ejemplo, 40 segundos antes de que concluya el último cuarto, del primer juego de Monday Night Football, de la temporada 2021. Ese que se llevó a cabo el pasado 13 de septiembre. Los Raiders de las Vegas recibieron, en su nuevo estadio, a los Cuervos de Baltimore.

Para ese momento ha pasado casi todo. Los Ravens iniciarían ganando por 14 puntos, luego los Raiders se acercaron. Ambos equipos fueron haciendo puntos hasta quedar 24-24, en el último cuarto. Momentos antes de este segundo que hemos propuesto, los Ravens anotan un gol de campo y ponen el marcador 27-24 a su favor.

Pudimos apagar la tele e irnos a dormir, el asunto estaba prácticamente liquidado, pero entonces vemos que Carr, el mariscal de campo de los Raiders, entra al campo con su ofensiva y empieza a apresurarlos para que se formen. Intentarán una última ofensiva, decidimos verla. Y ahí se inicia de nuevo el reloj.

Están en la yarda 65 ¿cómo van a recorrer 55 yardas en 37 segundos? Carr manda un pase que avanza al equipo 18 yardas y se gasta 30 segundos. Con siete segundos en el reloj entran el pateador con los equipos especiales. Va a tratar de meter un gol de campo y empezamos a sumar: 45 yardas a la línea de touchdown, más 10 yardas de la zona de anotación, más los que tenga que elevar la pelota; 55 yardas de patada, más o menos. Daniel Carlson lo logra y los Raiders empatan faltando dos segundos en el reloj.

¿Qué hemos visto hasta aquí? Que de verdad, verdad, en el Americano cada segundo cuenta, claro, pero también que la estrategia lo es todo. Carr no jugó a meter una anotación con 40 segundos, sino trató de darle las más yardas posibles a su pateador, para intentar el gol de campo, sin que la defensa del equipo contrario lo impidiera.

Inicia el tiempo extra, 10 minutos más, si nadie hace seis puntos, cada equipo tendrá una oportunidad de ofensiva. Los Raiders ganan el “volado” y empiezan. La ofensiva va avanzando y entonces Carr lanza un pase largo a Bryan Edwards, quien lo recibe y con mucha agilidad corre hacía la línea de anotación. Los siguientes segundos dan para un giff infinito; en nueve segundos de video podríamos ver un brazo flotando sobre un césped verde, mientras sostiene un balón de americano, el brazo se extiende al máximo, pasa una raya blanca y aterriza el balón en una zona negra, la zona de anotación. El jugador al que pertenece el brazo, Edwards, queda a la derecha de la línea, un poco aplastado por Brandon Stephens, defensa que había corrido, lo había enmbestido y se había abrazado a él tratando de detenerlo. El balón ha quedado dentro, el cuerpo del jugador afuera.

El estadio entero se pone de pie y celebra. Bryan lanza besos a la grada. Ese balón significaba la victoria de Los Raiders de las Vegas, en su casa, durante el primer partido de la temporada 2021 de la NLF. Es el minuto seis del tiempo extra. ¿Podemos apagar la tela ahora? En el tiempo que nos toma buscar el control remoto los árbitros han revisado la jugada y hacen un anuncio. Han decidido que el cuerpo del jugador cayó antes que el balón cruzara la zona de anotación; el balón es colocado a media yarda, es primero y 10 para los Raiders.

El ánimo se enfría y vemos otra cosa. Y es que, aunque es una batalla apasionada, nadie perderá la cabeza, ni iniciará una revuelta popular; todos se ceñirán a las reglas y acatarán la decisión. Contribuye a la madurez colectiva que haya tanto tiempo en el reloj, 6 minutos con 23 segundos es una eternidad, como hemos visto y hay cuatro oportunidades para recorrer media yardita nada más. Lo difícil fue cruzar el campo completo, lo difícil ya está.

En la primera oportunidad no hay avance, tranquilos, no importa. En la segunda vuelan los pañuelos amarillos y se determina que la ofensiva a cometido una infracción y que será penalizada con cinco yardas. Quedan dos oportunidades más, pero la distancia ahora es mayor.

Carr va por aire, lanza un pase que cae justo en la cabeza de DeShon Elliott, defensa de los Cuervos; el balón rebota en el casco y Anthony Averett, otro defensa lo pesca, intercepción de los de Baltimore. La cara del mariscal de campo de los Raiders dice tantas y tantas cosas sobre la frustración, la desilusión y la incredulidad.

Hemos aprendido que además de que cada segundo cuenta, cada centímetro cuenta y que la presión y la suerte juegan. Este deporte es tan complejo que, a veces, avanzar centímetros es imposible; las defensivas se preparan tanto, que impiden avances que en el papel son muy sencillos.

Los Cuervos van a la ofensiva con más de seis minutos en el reloj. Avanzan más de las 10 yardas en la primera jugada y en la segunda capturan a su mariscal de campo, Lamar Jackson y le quitan el balón. La ofensiva de los Raiders regresa al campo cuando faltan 3 minutos 44 segundos.

Desde la yarda 31 Carr se la vuelve a jugar por aire. Esta parte es importante, en la ofensiva anterior se jugó por aire, tratando de avanzar media yarda y se la interceptaron. Así que la defensa de los Cuervos y todos nosotros creemos que va a jugar por tierra. El receptor, Zay Jones, está sólo para recibir el balón y avanzar para anotar, el partido ha terminado. Oficialmente faltan 3 minutos con 34 segundos en el reloj, pero ahora sí, el partido ha concluido.

¿Carr se ha arriesgado demasiado? Sí, pero en el futbol como en la vida el que no arriesga no gana, sus jefes han confiado en él para dejarlo seguir jugando, para darle una oportunidad de redimirse. Se ha equivocado varias veces y ha salido al campo a tratar de resolverlo, pero nada de eso sería posible sin los tres equipos que conforman cada escuadra hicieran su parte: la ofensiva que lidera el mariscal de campo, la defensa y los equipos especiales. La ofensiva de los Raiders le  ganaron yardas al pateador, pero fue este quien empató el juego y les dio oportunidad de seguir jugando.

Esta situación límite podemos trasladarla a varios partidos de la NFL. El jueves anterior, en el partido inaugural de la temporada, los Vaqueros de Dallas dieron la sorpresa a todos, peleándole la victoria a los Bucaneros de Tampa Bay, el equipo campeón de la temporada pasada, encabezados por el indescriptible Tom Brady.

Es cierto que los de Texas perdieron el partido por 31-29, pero la derrota no dolió a nadie, después de que todos vieron la entrega de los jugadores en el campo. Una de las cosas que tiene a su favor la NFL es que trata de asegurarse de que todos los equipos sean competitivos, así, un Aaron Rodgers, al mando de los empacadores de Green Bay, puede estar desangeladísimo un sábado, no anotar nada y perder 38-3 contra los Santos de Nueva Orleans para levantarse el siguiente lunes y ganar a los Leones de Detroit 35-17.

La perfección es parte fundamental de este deporte; una jugada, para que se desarrolle de la manera que fue planeada y entrenada múltiples veces, debe de contar con la ejecución exacta de los jugadores en el terreno de juego; un error, por mínimo que este sea, un movimiento fuera de tiempo, una pequeña desconcentración de alguno de los jugadores, terminará por arruinarla, y perder una de las pocas oportunidades de avanzar. Apenas esta semana vimos un gol de campo anulado por el movimiento de un defensa que pudo haber decidido un partido.

Hay físico, estrategia, entrenamiento, suerte, preparación mental y hasta acrobacia en este deporte. Cada semana vemos atrapadas que van más allá de lo que un ser humano común podría imaginar. Cada año vemos como receptores abiertos y alas cerradas realizan jugadas que nos dejan con la boca abierta.

Recibir un balón de futbol americano, en condiciones controladas, es difícil; ahora bien, imaginen que van corriendo a toda velocidad hacia adelante, tienen a un defensivo pegado a ustedes, dándoles pequeños golpes para desestabilizarlos; el mariscal de campo les lanza el ovoide en esas condiciones, el balón a veces va tan alto que los hace brincar con todas sus fuerzas; atraparlo en esas condiciones es una proeza, y después de eso aguantar el golpe del defensivo que intenta a toda costa que sueltes el balón o soportar el golpe que recibirás al caer con todo tu peso sobre el terreno de juego.

Sí, son súper hombres la mayoría del tiempo, pero a veces fallan. Ahí tenemos a Patrick Mahomes, uno de los mejores mariscales de campo del momento; joven, talentoso y con unas facultades más allá de lo terrenal, con una visión de campo que le permite realizar jugadas dónde nadie las puede ver; pues el domingo pasado se equivocó, al lanzar de forma imprudente un pase a su receptor, fue interceptado, y esa jugada le abrió la puerta a Baltimore para regresar al partido y, a la postre, ganarlo.

Así, la temporada 2021 de la NFL ha empezado y hay que decir que no importa a qué equipo le vayas o a qué jugador prefieras, casi cualquier partido vale la pena, en todos habrá cosas sorprendentes y jugadas que vale la pena ver y admirar, tenemos por delante 16 semanas de temporada regular, así que preparémonos para dedicarle parte de nuestros jueves, nuestros domingos completos y muchos lunes a este gran deporte.

POR GUSTAVO MEOUCHI
COLABORADOR
@GUS23258924

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