HISTORIA DE LO INMEDIATO

Ebrard, la opción opositora

Las valoraciones en las cúpulas partidarias son que no tiene posibilidad de ser candidato de Morena

OPINIÓN

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Álvaro Delgado / Historia de lo Inmediato / Opinión El Heraldo de México

En la élite del poder político y económico de México se observa que va tomando forma la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, que tanto quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, y por eso el canciller Marcelo Ebrard es visto como la alternativa de la oposición, que carece de figuras competitivas.

“No es tiempo ni de futurismos ni de agendas personales”, proclamó Sheinbaum en el mensaje con motivo de su Tercer Informe de Gobierno ante el Congreso local, pero la frase sólo confirma que su proyecto hacia 2024 está en curso, y hasta plantea lo que se propone:

“Desde jóvenes luchamos por una ciudad y un país más justo, y a todos los que hicieron posible el triunfo en 2018 nos corresponde la unidad para consolidar la transformación de la vida pública de México”.

Ebrard apareció, un día después de ese mensaje de Sheimbaum, en la fotografía oficial de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), junto a López Obrador, flanqueados por los presidentes de Cuba y Bolivia, Miguel Díaz-Canel y Luis Arce.

Artífice de la reunión de la Celac, creada por Felipe Calderón, Ebrard era el único de los 28 de la fotografía que no es jefe de Estado y de gobierno, pero busca serlo, en 2024, por la vía de Morena o por otro partido, incluyendo la coalición del PRIAN que lo ve como opción.

De manera soterrada todavía están en curso negociaciones para reconfigurar el espectro de la oposición al proyecto transexenal de López Obrador, y la posibilidad de que el partido Movimiento Ciudadano se sume al PRIAN para fortalecer esta coalición que integra también el PRD.

El objetivo de MC no es impulsar como candidato al gobernador Enrique Alfaro, cada vez menos prestigiado en Jalisco, sino para crecer política y electoralmente con la eventual suma de exgobernadores del PRI y del PAN —como Javier Corral—, proponiendo una opción presidencial que bien podría ser Ebrard.

Las valoraciones en las cúpulas partidarias, hasta de Morena, son que Ebrard no tiene posibilidad de ser el candidato del partido oficialista por más que Mario Delgado, su pupilo, lo presida y se le tiene como un político decidido a serlo si la candidata morenista es Sheinbaum.

Una ruptura de Ebrard con López Obrador, según el análisis de los estrategas de oposición, abriría un boquete en la coalición de Morena, sobre todo si Ricardo Monreal acepta ser el candidato del Partido del Trabajo, que luego se sumaría a la hipotética candidatura del canciller.

En 2012, tras encuestas que no lo dejaron satisfecho, Ebrard aceptó refunfuñando que López Obrador fuera el candidato presidencial ante Enrique Peña Nieto, quien lo hizo marcharse al exilio, y regresó para preparar desde el gobierno su candidatura para 2024.

A diferencia de hace casi una década, de acuerdo con los estrategas de oposición, Ebrard no desistirá en 2024 de ser candidato, así sea en contra de López Obrador. Así ven al canciller desde la élite, pero falta que él quiera ser visto así.

POR ÁLVARO DELGADO
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN EL DIARIO DIGITAL "SIN EMBARGO"
PERIODISTA.ALVARO.DELGADO@GMAIL.COM
@ALVARO_DELGADO

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