COLUMNA INVITADA

Tragedia en Tula, la ABC de la 4T

No tardan en salir testigos presenciales que darán testimonio de que las autoridades del IMSS de Hospital de Tula sabían del riesgo y no fueron capaces de evitar la tragedia

OPINIÓN

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Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La tragedia registrada la madrugada del martes 7 de septiembre en el hospital del IMSS deTula, Hidalgo, donde fallecieron 17 personas luego de que sus responsables hicieron caso omiso a las advertencias de las autoridadesestatales, municipales y de habitantes de dicha demarcación, podría considerarse, guardadas las proporciones enla ABC de la 4T, evento por demás doloroso que ha sido explotado políticamente durante varios años por diversos partidos tanto a nivel local en Sonora como a nivel nacional, incluyendo aMorena y el propio presidente de la República.

Prueba de que los directivos del hospitalfueron negligentes es la advertencia que desde el viernes al medio día emitió el presidente municipal de Tula de extracción panista-perredistaquien textualmente manifestó ”se debe llevar a cabo una posible evacuación, el nivel del agua llegará a su máximo nivel, con posibilidad de desborde”, además indicó que para ese entoncesya existía coordinación con la Comisión Nacional del Agua del gobierno federal, Protección Civil estatal, Seguridad Pública del estado y el DIF.

De acuerdo con informes locales, desde las 20:00 horas del lunes 6 de septiembre algunos habitantes del lugar emitieron una serie de alertas en el sentido de que el Río Tula comenzaba a desbordarse, incluso en redes sociales circuló información sobre la inminente inundación, pero encargados del nosocomio y vecinos en general hicieron caso omiso argumentando que podría tratarse de una inundación más como las que siempre se presentantodos los años en temporada de lluvias.

Como era de esperarse, tras la tragedia, el director del IMSS salió a declarar que nadie le advirtió sobre una posible inundación y terminólavándose las manos como ha pasado en la mayoría de los casos que afectan la imagen del gobierno emanado de Morena, en particular los relacionados con la salud de los mexicanos.

Igual pasó en el caso de la fuga de gasolina y posterior explosión de una toma clandestina en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo(muy cercano a Tula) el 18 de enero de 2019, cuando perdieron la vida un total 137 personas y resultaron otras 8 y el gobierno federal culpó a los delincuentes que perforaron el ducto y las personas que acudieron a llenar sus bidones con combustible en forma por demás irresponsable.

Lo más relevante deaquellos hechos fue que los elementos delEjército mexicano y demás autoridades que acudieron al lugar antes de la explosión solo se quedaron observando como llegaban las personas a llenar sus garrafones y cubetas sumergiendo casi medio cuerpo en el embalse, sin hacer nada para evitar la tragedia que no tardó en llegar.

En esta ocasión y retomando la experiencia vivida a escasos dos meses de iniciada la actual administración en Tlahuelilpan, las autoridades federales vuelven a argumentar que nadie les avisó, ahora sobre el riesgo de inundación del hospital, evadiendo cualquier responsabilidad administrativa y obviamente penal.

Si esto no es negligencia, entonces que nos den copia del diccionario de cabecera del gobierno de la República porque aquí y en cualquier parte del mundo estar informado y no actuar para evitar la pérdida de vidas humanas es ser negligente, independientemente del nivel de responsabilidad que se tenga dentro de la estructura de gobierno.

La duda ahora es hasta cuándo esta estrategia de mentir para no asumir su responsabilidad seguirá dando resultados al partido en el poder cuyos integrantes parecen estar “galvanizados” y nada les afecta, porque a los presuntos responsables de la tragedia de la Guardería ABC sus efectos los seguirán persiguiendo por el resto de sus días.

No tardan en salir testigos presenciales que darán testimonio de que las autoridades del IMSS de Hospital de Tula sabían del riesgo y no fueron capaces de evitar la tragedia.

POR FACUNDO ROSAS
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL

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