TODOS SOMOS MÉXICO

Refugiados y atletas olímpicos

Ver desfilar a 29 de ellos y luego verlos competir, ha sido doblemente emotivo, pues son sobrevivientes

OPINIÓN

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Mauricio Farah / Todos Somos México / Columna InvitadaCréditos: Especial

El silencioso y vibrante Tokio 2020 aportó una presencia llena de significado: la participación del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados. En una justa en la que todos los participantes representan a un país, celebran una bandera y cantan un himno, es de celebrarse que tengan espacio quienes salieron huyendo de su patria o tuvieron que abandonarla precipitadamente ante un riesgo inminente y en muchos casos mortal.

Ver desfilar a estos 29 atletas de 12 países, y luego verlos competir, ha sido doblemente emotivo porque todos son sobrevivientes. En efecto, éstas 10 mujeres y 19 hombres salvaron sus vidas en las circunstancias más apremiantes, algunas inimaginables, y tuvieron que enfrentar peligros de toda índole para recorrer grandes distancias por mar o tierra hasta llegar a un país que les diera refugio.

Cada uno con su admirable historia a cuestas, estos lidiadores lograron superar las dificultades de un destino fracturado y representar a los más de 82 millones de personas que viven fuera de sus hogares debido a persecución, situación de conflicto o violaciones a sus derechos humanos, de los cuales sólo 26 millones son oficialmente refugiados.

Cuando el 14 de diciembre de 1950 la ONU acordó la creación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), lo hizo creyendo que esta agencia internacional desaparecería en tres años, una vez que ayudara a los desplazados de Europa durante la Segundo Guerra Mundial.

Pero ya se han cumplido más de 70 años de la creación del ACNUR y resulta que no sólo no ha desaparecido la causa que le dio origen, sino que ha crecido, porque los seres humanos seguimos creando conflictos en todas partes y obligando de una manera u otra a millones de personas y familias a dejar sus hogares, sus trabajos y la única vida que conocen so pena de terminar encarcelados, muertos de inanición o asesinados. Sucedió primero en África, Asia, América Latina y últimamente el número de desplazados forzosos ha aumentado notoriamente en Siria, Venezuela, Afganistán, Centroamérica, Haití…

En vez de disminuir, los desplazamientos se han incrementado al grado que hoy ACNUR cuenta con 17 mil trabajadores en 135 países. Por un lado, los desplazados aumentan y, por otro, cada vez es más difícil lograr su retorno seguro. De acuerdo con el ACNUR, en la década de los 90 pudieron regresar a sus hogares 15 millones de refugiados, en tanto que en la década reciente el número de retornos se ha reducido a menos de cuatro millones de personas.

En este contexto, ha sido un acierto del ACNUR, del Comité Olímpico Internacional y de todos los organismos y organizaciones que lo han hecho posible, que en estas dos semanas hayamos atestiguado la grandeza de ánimo de 29 atletas refugiados que en nombre de todos los desplazados nos muestran la determinación, el ejemplo y la inspiración que pueden aportarle al mundo.

MAURICIO FARAH
SERVICIOS ADMINISTRATIVOS DEL SENADO Y ESPECIALISTA EN DERECHOS HUMANOS
@MFARAHG

dza