Touché

México, sin futuro

Algunos de esos problemas fueron heredados, pero por impericia, ignorancia y soberbia, el actual gobierno no ha sido capaz de contenerlos

México, sin futuro
Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Nuestro futuro está cancelado. Eso preocupa, asusta. Atravesamos por la peor pandemia que ha vivido el mundo moderno, que nos obligó a cambiar o morir; que colapsó nuestra economía y nos orilló a darle otra dinámica y otra cara, sin que el gobierno reaccionara al reto; nuestra ya deficiente educación se desmorona; la violencia del crimen organizado está fuera de control, las muertes no dejan de crecer; varias zonas del país están en llamas, al borde de la ingobernabilidad. 

Cierto, algunos de esos problemas fueron heredados, pero por impericia, ignorancia y soberbia, el actual gobierno no ha sido capaz de contenerlos. Al contrario, en todos esos rubros, y otros más, estamos peor. 

Si el presidente López Obrador no está de acuerdo con el futuro que había trazado el neoliberalismo para México, está bien, su visión es otra. El problema es que hoy no tenemos un horizonte claro, la Cuarta Transformación no nos ha ofrecido futuro alguno.

México hoy no tiene un rumbo económico claro, que dé certidumbre a la inversión y a la creación de empleos. Vivimos una crisis educativa histórica que nadie quiere reconocer. Lo peor es que no tenemos un plan de emergencia que rescate a varias generaciones de niños y jóvenes condenados a ser tragados por un gravísimo rezago. Ya teníamos un muy deficiente sistema educativo que hoy está hecho harapos.

Estamos a merced del proyecto personal de López Obrador, que es mantenerse en campaña permanente para perpetuar la 4T. Lo demás es secundario. En los próximos nueve meses la prioridad será la consulta popular para la revocación de mandato. 

Hoy, los beneficiarios de los programas sociales no tienen expectativas de lograr un mejor nivel de vida por sus propios medios. Las distintas clases medias, tan despreciadas por el Presidente, ya no aspiran a mejorar, sino a no perder lo que tienen. Y la clase alta navega por aguas turbulentas, tratando de no perder el rumbo.

Lo escuchaba y no lo creía. ¿El problema que más preocupa a los mexicanos son los baches? ¡Es insólito! Ese es trabajo de un presidente municipal, no de un Presidente de la República. No recuerdo ningún Presidente de la era moderna que dijera que los baches son el problema que más importa a los mexicanos. Efectivamente, como dice López Obrador, no son lo mismo.

México necesita un jefe de Estado. Alguien que sepa rodearse de los mejores y escuchar, porque no es labor de un solo hombre. 

Que sepa afrontar el presente y trazar el futuro. Que nos dé rumbo certero y confianza en el gobierno. Que fomente la unidad y no la división. Que deje de voltear al pasado para culparlo del presente. Que use la historia para aprender y mire siempre hacia adelante. Que sepa construir sobre las ruinas del pasado los cimientos del mañana.

Los baches pueden esperar.

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA

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