A unas horas de rendir protesta como diputada federal, integrante de la bancada del Partido Revolucionario Institucional, miembro del bloque legislativo que tiene su origen en la coalición electoral “Va por México”; y adicional al juramento que haré ante el pleno de la soberanía legislativa, bajo protesta de decir verdad manifiesto a los ciudadanos y habitantes en general de este país lo siguiente:
Creo con fervor en los Estados Unidos Mexicanos, como un país con un régimen republicano, construido históricamente con el resultado de la síntesis de las tradiciones centenarias de los pueblos originarios y la asimilación de costumbres provenientes de los migrantes de otras latitudes.
Creo con emoción en un país pluricultural y multirracial que afirma diariamente una identidad nacional orgullosa de sus raíces y que aspira a que México sea considerado un referente de progreso económico y bienestar social. Creo en las instituciones autónomas de los municipios y alcaldías, como entidades gubernamentales de primer orden, que deben contar con todos los apoyos oficiales necesarios para resolver las causas prioritarias de sus habitantes, para que vivan en paz.
Creo que los ayuntamientos deben tener los recursos económicos para cumplir con el mandato constitucional de conceder y administrar los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento de aguas residuales, alumbrado público, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, mercados y centrales de abasto, panteones, rastro, calles, parques y jardines , policía preventiva municipal y tránsito.
Creo en los estados libres y soberanos, cuyos poderes públicos tienen un origen democrático y que deben encontrarse alejados del aberrante centralismo colonial y de las tentaciones autoritarias provenientes de apetitos rancios del pasado despótico que Morena añora. Creo en entidades que tengan garantizado el presupuesto para crear infraestructura que detone el crecimiento de sus regiones, incentive la inversión privada para crear empleos, implemente políticas públicas para lograr de manera general un desarrollo humano sostenido y ejecute programas especiales para asistir a grupos vulnerables.
Creo en la división de los poderes públicos, creo en un México en donde existan los equilibrios institucionales necesarios para impedir el autoritarismo y el avasallamiento de nuestras instituciones democráticas por mero capricho o por una enfermiza diversión.
Creo en que el poder legislativo no puede ser una oficialía de partes del ejecutivo federal, que los representantes populares tenemos la elevada responsabilidad de debatir en voz alta y de cara a la sociedad cualquier asunto que sea colocado en la agenda del congreso.
Creo en que los diputados federales tienen la obligación de contrastar las prioridades (artificiales) gubernamentales con las prioridades (auténticas) de los ciudadanos.
Creo en una sociedad mexicana que no merece ser polarizado ni estigmatizado desde la cúspide gubernamental. Creo en que deben prevalecer los contrapesos institucionales para que los ambiciosos vulgares de poder que aseguran no serlo dejen de tomar decisiones destructivas con el pretexto de “transformar”.
Creo en el mandato democrático que legitima al Partido Revolucionario Institucional, creo en que el PRI honrará la confianza de los ciudadanos con resultados provenientes del debate interno, de la guía estratégica del Presidente Alejandro Moreno y la coordinación de Rubén Moreira; creo en que todos los integrantes del bloque opositor con sus respectivos liderazgos actuaremos de manera responsable y podremos reivindicar y defender las causas sociales de los mexicanos.
Consummatum: Son 136 artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ya veremos a cuántos diputados federales “balconean” por no tenerlo de referencia.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
SECRETARÍA NACIONAL DE GESTIÓN SOCIAL DEL PRI
TW: @LORENAPIGNON_
MAAZ