MISIÓN ESPECIAL

Afganistán: escenarios del desastre

El ascenso al poder de los talibanes nos trae escenarios de desastre en diferentes países y diversos niveles

OPINIÓN

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Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como siempre, los más vulnerables son los que cargan con el peso de decisiones erróneas, de la corrupción, de una intervención sancionada por Naciones Unidas, bien intencionada pero que termina en desastre.

Instalado el gobierno de los talibanes en Kabul, la pregunta predominante es ¿qué viene ahora? Y los escenarios no son alentadores.

1. Estados Unidos. Hay una creciente polarización sobre la responsabilidad de lo sucedido. Los republicanos culpan a Biden del desastre, sin reconocer que fue el gobierno de Trump quien negoció con los talibanes. Varios demócratas admiten que hubo una planeación fallida en el retiro de las tropas. El presidente asume su responsabilidad. Reitera que la mayor parte de la población está a favor del retiro de las tropas. Entre 60 y 70 por ciento de los estadounidenses lo apoyan, pero un porcentaje también alto considera que el retiro fue mal ejecutado. Las encuestas muestran una caída en la popularidad de Biden, tanto por Afganistán, como por la evolución de la economía y la crisis del COVID-19. La polarización se ahondará conforme se acerquen las elecciones de 2022.

Cuatro comités del Senado comenzarán audiencias de análisis y se prefigura que ampliarán la investigación a los últimos 20 años: cuatro presidentes, 2 mil 500 muertos estadounidenses y más de mil billones de dólares “invertidos” en este fracaso.

2. EU y la OTAN. En un artículo de Der Spiegel, se narra cómo las fuerzas alemanas se enteraron del retiro de las tropas estadounidenses por casualidad. Confirma que no hubo coordinación y también que durante años los aliados occidentales se autoengañaron sobre la situación en Afganistán, haciendo caso omiso de la corrupción del gobierno que apoyaban. La credibilidad de la alianza occidental se ha debilitado hasta el punto del colapso. Los servicios de inteligencia o no funcionaron o no les hicieron caso.

3. La nueva geopolítica. China, Rusia, India, Pakistán, Irán y demás vecinos de Afganistán, ya están posicionándose en la lucha por la influencia sobre el nuevo gobierno afgano y su territorio. Pakistán ha apoyado a los talibanes y desea mantener esa posición privilegiada en su competencia con la India. China y Rusia han dicho que trabajarán con el gobierno talibán. Irán ya surte de hidrocarburos a los talibanes.

4. Viabilidad del nuevo gobierno afgano. El acceso a recursos financieros es muy limitado. La principal fuente de financiamiento de los talibanes ha sido el cultivo de la amapola y el tráfico de opio y, cada vez más, de metanfetaminas. Sin el acceso a los recursos occidentales que hasta ahora tenía el gobierno, se puede prever bien la continuidad de la dependencia del tráfico de drogas, un narcoestado o bien, una apropiación de la economía afgana por parte de China, probablemente aliado con Pakistán.

Los escenarios no son halagadores. Alguna lección habrá de extraerse del colapso afgano: la intervención extranjera no lleva al éxito, la corrupción socava cualquier proyecto y los más vulnerables, mujeres y niños son las víctimas.

POR MARTHA BÁRCENA COQUI
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@MARTHA_BARCENA

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