COLUMNA INVITADA

Nueva realidad. Nuevo estudio

Hemos sostenido que la academia debe servir para resolver la vida humana. Reto en todos los ramos de la ciencia

OPINIÓN

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Enrique Quiroz Acosta/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México/Foto: Especial Créditos: Especial

Es generalmente aceptado que el mundo cambia y seguirá cambiando con la pandemia. La “nueva realidad” requerirá de innovados instrumentos para enfrentar la vida en todo el orbe. El “acomodo” no es, ni será sencillo, ni monolítico, ni homogéneo, ni pétreo. Precisamente, todo lo anterior, porque la realidad es muy compleja. El diseño de los instrumentos para enfrentar los problemas y resolverlos tampoco pudiera darse de un día para el otro, ni pudieran brotar, ni por generación espontánea, ni a partir de un solo núcleo de poder mundial. Empero, si sería conveniente y plausible una especie de convención mundial de análisis y definición, aunque sea a grandes líneas, de los aspectos a tratar y las medidas indispensables que el mundo debe considerar. Siempre los consensos son muy difíciles de alcanzar y más si se trata de tantos aspectos de impacto mundial. Complejo entender a plenitud las diversas problemáticas y aún más, concebir con puntualidad las alternativas reales de solución. Las ideologías que surgen, en ocasiones, ya heterodoxas, y se van transformando y el juego de intereses globales, regionales y nacionales dificultan de manera significativa los consensos y las rutas de solución, incluso, desde una agenda básica y aún más, desde una ruta de acciones indispensables. Pero precisamente, por indispensables, se debe intentar acuerdos básicos aún con el riesgo de que se pierdan y dispersen esfuerzos en análisis, en “lluvias de ideas” plagadas de pasiones y, porque no decirlo, de ambiciones de poder de todo orden. ¿Y qué se observará y actuará en la vida académica? En otras ocasiones, hemos sostenido que la auténtica academia no es, no puede ser, academicismo. Es decir, la academia debe servir para resolver la vida humana. Reto en todos los ramos de la ciencia.

En el estudio de las ciencias sociales, ante la nueva realidad que enfrentaremos, la ciencia política, la teoría del Estado, el Derecho Constitucional y el Internacional, tendrán que adecuarse y, en diversos aspectos, hasta reconstruirse, para brindar a los profesionales del Derecho y disciplinas afines, métodos, conocimientos e instrumentos que les permitan desarrollarse en la vida profesional. Temas como el “acomodo” mundial entre naciones, la preservación de la naturaleza, la inclusión, la energía y, el general, las economías, además, de manera preponderante, las luchas por la justicia social con énfasis en el combate a la pobreza, deberán incluirse en la agenda de prioridades de los profesionales que atiendan la realidad con un enfoque adecuado que recupere el terreno perdido. Por una parte, se deben generar escenarios adecuados para la convivencia y, por otra, proyectar la vida humana en la nueva realidad. Labor titanica. Tarea indispensable.

Cambiar paradigmas no es sencillo, pero, en diversas ocasiones, es fundamental para la evolución. En el terreno del estudio profesional del Derecho es una batalla permanente que debemos enfrentar ante el mundo que viene. La vida académica en la formación del abogado no solo debe sumarse sino también estar a la vanguardia. Estudiar para resolver la vida.

POR ENRIQUE QUIROZ ACOSTA 
ABOGADO Y COLABORADOR 

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