Columna invitada

¿Legislativo a modo?

Cuando hablamos de una democracia, es obligado hablar de la división entre los poderes, ese esquema que se volvió clave en el país a partir de 1997 cuando Ernesto Zedillo por primera vez perdió la mayoría en la Cámara de Diputados

¿Legislativo a modo?
José Alfredo Ceja / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Cuando hablamos de una democracia, es obligado hablar de la división entre los poderes, ese esquema que se volvió clave en el país a partir de 1997 cuando Ernesto Zedillo por primera vez perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, posteriormente le tocó a Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ser gobierno y encabezar el ejecutivo, sin tener la mayoría y viéndose obligados a negociar desde el presupuesto hasta proyectos e iniciativas de ley que fueron claves para sus administraciones.

El último ejemplo de operación, negociación y cabildeo político se dio en la administración de Enrique Peña Nieto y las reformas estructurales que lograron a través del Pacto Por México, ese escenario en donde el PRI construyó la mayoría necesaria con el PAN y el PRD, después de una labor intensa de negociaciones en cada una de las reformas, pero esos tiempos no se han vuelto a presentar en la administración actual.

En 2018 con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República y al haber logrado lo que los últimos 3 presidentes no habían conseguido, AMLO se enfrentó a un escenario muy positivo con una mayoría en el Congreso de la Unión, lo que le dio una amplia capacidad de operar iniciativas de ley que le interesaban para consolidar su idea de gobierno, y por supuesto sin problemas en la aprobación del presupuesto, es decir, una libertad total para gobernar sin necesidad de negociar con las otras fuerzas políticas.

Para la próxima legislatura, el escenario cambió para el Presidente de la República ya que no tendrá la mayoría requerida para hacer reformas constitucionales, aún con los partidos aliados de MORENA, por ello requiere de algún partido de oposición y ahí, sin duda, tendremos un ejercicio interesante de cabildeo, ya que tiene interés de conseguir algunas reformas como la electoral o la de la guardia nacional, que considera esenciales para su proyecto de gobierno.

Mucho se dice que será con el PRI y algunos de sus legisladores con quien se pueda dar esta operación y debemos de estar muy atentos para ver la forma de cabildear o si públicamente algunos legisladores de algún partido renuncian a sus bancadas y se suman a MORENA, este proceso, ya empezó con las negociaciones para las comisiones, la Mesa Directiva y la comisión permanente, ya que estamos a menos de un mes de que inicie la nueva legislatura.

La interrogante sigue siendo, ¿qué partido o qué diputados serán los que se sumen a MORENA?, porque la línea partidista puede ser importante, pero las presiones en lo particular o la forma de convencerlos para votar en cierto sentido o cambiarse de bancada serán fuertes, es por eso, que el escenario para el Presidente cambiará a partir del 1 de septiembre, siempre y cuando los diputados de oposición fijen una postura firme y en bloque, por lo menos los de la alianza PRI-PAN-PRD y en una menor medida, por el número de diputados que tendrá, pero también habrá que estar atentos de las decisiones y posturas de la bancada de Movimiento Ciudadano para las próximas reformas constitucionales o seguiremos teniendo un legislativo a modo que apruebe todo tal cual se plantea.

POR JOSÉ ALFREDO CEJA RODRÍGUEZ

ACADÉMICO UNIVERSIDAD PANAMERICANA

@ALFREDOCEJAR

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