ORBITANDO

Pacquiao va contra el marrullero Duterte

Filipinas está enganchado en un proceso electoral para elegir a nuevo Presidente; se espera que en 2022 haya una lucha encarnizada por el poder

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El deseo de mantenerse en el poder no es exclusivo de los políticos de América Latina, Europa o África, en Asia también hace aire y para muestra un botón. Filipinas, Corea del Norte o Birmania son gobernados por mandatarios déspotas que no quieren dejar el control.

La Junta Militar birmana no pudo más con la tendencia de que los civiles controlaran el gobierno y prefirieron arrestar a la gobernante y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y tomar otra vez el control del poder, justificando que en dos años convocarán a elecciones libres. ¿Usted les cree?

No sólo eso, una de las siete acusaciones de la Junta Militar contra la Nobel es que facilitó la injerencia del exterior en su país, lo que se considera un grave delito en tiempos de un mundo altamente globalizado.

En Corea del Norte la cosa es peor; al menos en Birmania hay una esperanza de elecciones, pero en los terruños de Kim Jong-Un es casi imposible pensar en una apertura hacia la democracia, y es que en ese país no se conoce ese concepto.

Además, recientemente Kim lanzó un nuevo manifiesto, en el que los castigos alcanzan hasta la muerte, para prohibir cualquier influencia del extranjero, sobre todo de Corea del Sur, su acérrimo enemigo y con quien se encuentra en guerra.

Imagínese, no se pueden utilizar ni siquiera pantalones de mezclilla o leer algo que no sea la historia de los Kim, tres generaciones que han hundido a ese país en el aislamiento total. Pero es una medida exclusiva para la población, pues la esposa de Jong-Un usa de las mejores marcas occidentales para vestirse.

Durante la era del presidente Donald Trump se montó un teatro en el escenario mundial para supuestamente visibilizar la disposición del dictador norcoreano ante una posible apertura al mundo y una muy lejana desnuclearización que, por cierto, nunca llegó.

El asunto es hacer lo que sea con tal de seguir en el poder y si eso implicaba entrar al circo de un payaso, pues hubo que entrarle y reunirse con él, aunque todo eso ha quedado en el baúl del olvido y con doble cerrojo, tras la llegada de Joe Biden.

Hay otro frente por el poder en Asia. Filipinas ya está enganchado en un proceso electoral para elegir a nuevo Presidente, por lo que el actual mandatario Rodrigo Duterte lanzó un abierto desafío contra el nueve veces campeón mundial y senador, Manny Pacquiao, uno de los favoritos para tomar las riendas de ese país.

El Presidente filipino amenazó con tachar de "mentiroso" a Pacquiao —que milita en su mismo partido— si no era capaz de nombrar a funcionarios o agencias corruptas de su administración.

"Si no lo haces, serás otro hijo de p... jugando a la política", expresó Duterte, según el diario Philippine Daily Inquirer, pero el campeón mundial aceptó el reto y dijo que presentará las pruebas necesarias.

Todo avizora a que 2022 será una lucha encarnizada por el poder en Filipinas, y que al igual que otros mandatarios de la región, Duterte quiere seguir en el poder, aunque sea como vicepresidente, al puro estilo del ruso Vladimir Putin, un experto en el tema.
Ya veremos si Pacquiao puede con este rival, un hueso duro de roer. 

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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