¡Qué bonita familia!

Los peores asuntos de nuestra política nacional hoy se derivan de pleitos intestinos o de familia dentro de la 4T. Reyertas, inseguridades y chismes a veces de lavadero que, llevados al plano nacional, conllevan consecuencias en muchos sectores a los que se trasladan. Claro, nunca para quienes inician los zipizapes.

No es la primera vez. En época de Carlos Salinas de Gortari se conoció cómo los pleitos de familia impactaban la vida pública nacional, también cómo el amor de Martita Sahagún por sus hijos conllevó a que algunas veces no se supiera si Vicente Fox gobernaba o quien lo hacía era ella.

Ahora, la familia de la 4T se divide en dos grandes huestes, las cuales miden fuerzas todo el tiempo. Y no, no quedan fuera dinero o poder, pero la intrínseca razón de este pleito se basa en que Andrés Manuel les dé su lugar, les tome en cuenta; es una guerra fratricida por la preminencia en los quereres del tabasqueño.

El último pleito de la pugna interminable fue ventilado en redes sociales por Luisa María Alcalde y secundado ni más ni menos que por Beatriz Gutiérrez Müller. ¿La razón? Una foto publicada en el diario La Jornada —otro actor, por cierto, de esta pugna de familia— donde la secretaria de Trabajo está en un avión viendo en su celular algunos vestidos que, suponemos, piensa adquirir.

A través de su cuenta en Twitter la funcionaria compartió su sentir: “no es ético publicar fotografías que violan la privacidad de las personas. Ayer La Jornada publicó una fotografía que “exhibe” qué estaba viendo en mi celular durante la espera en un avión. Espero que el acoso termine”.

El enojo de la secretaria demuestra dos cosas: el bajo nivel de ciertos medios de información nacionales y la delgada piel que tiene la quejosa para quejarse de la foto. Ha olvidado que además de funcionaria es figura pública y fue la primera en dar un pésimo ejemplo hace poco más de un año cuando fue captada en un video haciendo compras en un supermercado sin usar cubrebocas. Eso e ignorando al agente de seguridad del lugar. Que hoy deje ver su enojo por lo que veía en su celular (cuando no tiene nada de particular o prohibido), solo muestra que la inquina es por ir en contra del periódico consentido de AMLO (y este en contra de ella)…

Si La Jornada publicó esa foto con ganas de molestar —joder es mejor término—, ¡qué forma de denigrar el oficio periodístico y buscar azuzar broncas internas en el gobierno que tanto dicen defender! Pero es eso lo que debemos entender: no van contra la administración federal de la 4T una u otros, tan solo quieren mostrar mayor ascendencia sobre AMLO.

Es interesante: lo que vemos muchas veces en el gobierno de la 4T es una constante disputa entre dos grandes grupos, cuya inquina tiene costos en la vida nacional. Costos que pueden impactar la historia del país, esa que tanto importa al patriarca de dicho clan.

La mafia italiana, la "camorra" siciliana, inician y se basan en la familia. Ser parte de esas mafias, es unirse a la "famiglia". Y esa mafia del poder ahora es tabasqueña y tiene guerras intestinas dignas de un pasquín de cuarta.

Es contar con el gran capo de todos los capos y son los grupos que se van forjando alrededor de los hijos, ponderando si el primogénito o el benjamín tendrá el liderazgo. Sí, hay casos que cuando los hijos son débiles o irresolutos mismo dentro de la misma mafia, están los integrantes no consanguíneos que podrán hacerse del liderazgo cuando falte el principal, pero que empiezan a tener ese rol importante aún en vida del grande.

En la versión 4teísta, AMLO sabe bien cómo mediar entre estos. Los mide, los pondera y da razón a uno y otro conforme a su sentir o las necesidades del momento.

Como mafia, tiene cobradores (los hermanos), negocios que florecen en paralelo al negocio principal (la prima Felipa) y, ante todo, lo que ocurre no sucede si no es por el valor intrínseco dentro de la misma familia. Un "quien es quien" interno, digamos, lo cual tiene implicaciones tan amplias como el desmantelamiento de una agencia nacional llamada Notimex o tan vanas como el quejarse de ser "acosada" por motivo de unas fotos.

La gran diferencia de la mafia italiana o ‘la mafia del poder’ (Salinas y familia), es que la mafia macuspana ha hecho todo el ejercicio de gobernar un feudo para solo para saber si se es parte del clan o cuál está más cercana en las decisiones del gran “destapador”.

Los caprichos, puyas y retos dentro de la mafia 4teísta seguirán presentándose de formas extrañas. Mientras sean inocuos, nos podremos reír y hasta relacionar. Terrible cuando los videos sigan surgiendo y sus riñas logren terminar con instituciones del Estado. Allí yace la diferencia entre decir: ¡qué bonita familia! o ¡qué terrible mafia EN EL poder!

POR VERÓNICA MALOVERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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