TRES EN RAYA

El mejor negocio de mi vida

Andrés Manuel dice que el mejor negocio de su vida ha sido la cancelación del NAIM

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Andrés Manuel dice que el mejor negocio de su vida ha sido la cancelación del NAIM. Señal de que no sabe hacer cuentas y/o de que, como el dinero no es suyo, no le importa perderlo a velocidad de propulsión a chorro. Me pregunto: ¿cómo habrán estado el resto de los negocios que ha hecho?

Y aunque la frase solo la ha mencionado con respecto al cancelado aeropuerto en Texcoco, aplica para la paupérrima realidad en la que la Cuarta Transformación invierte —o más bien dicho pierde y desinvierte— el dinero de las arcas nacionales que nosotros, los contribuyentes cumplidores (entre los cuales durante décadas no figuró el propio López Obrador), hemos generado.

La suma del dinero invertido en el Tren Maya, AIFA (Sta Lucía), Dos Bocas, estadios de baseball y en las sucursales del Banco del Bienestar ha dejado a otros programas sin recursos para funcionar. Y eso que no menciono el barril sin fondo que representan conjuntamente Pemex y ahora también la CFE. Estas dos últimas empresas improductivas y con pésimas administraciones, que en lugar de ser exitosas (en términos económicos y sociales), solo han demostrado ser una bandera ideológica que tienen empeñado el futuro nacional.

El tema del aeropuerto de Santa Lucía tiene dos aristas:

1) Texcoco.- Pagaremos más de 300 mil millones de pesos por 26 años por algo que NO tendremos; por el mantenimiento del Aeropuerto Internacional Benito Juárez que no hubiera sido necesario con el NAICM; eso además de los más de 113 mil millones de pesos que ya se erogaron por su cancelación (un 200% más de lo que se había programado).

2) Santa Lucía.- Estamos pagando por algo que no sirve y no se podrá utilizar, muy independientemente de que AMLO anunció ayer que ya hay un avance del 60 por ciento en la construcción... Su costo, incluyendo la conexión terrestre al actual AICMX, asciende a 82 mil millones de pesos (el Centro de Estudios de la Cámara de Diputados señala que en el 2020 se incrementó 128% el gasto contemplado para la obra). Total, que al final no tendremos ni uno ni otro aeropuerto y, eso sí, asumiremos un hoyo financiero que tardaremos en pagar más de un cuarto de siglo.

En los estadios de baseball, deporte adorado por López Obrador, a la fecha la erogación sobrepasa los 1,300 millones de pesos. Para las 13,000 sucursales del Banco del Bienestar se calculan 10 mil millones de pesos, más los costos de mantenimiento que superarán los 3,000 millones anuales. Para Dos Bocas inicialmente se calculó un costo de 8 mil millones de DÓLARES; en este momento dicha cifra ya aumentó otros 900, esto es más del 11%, y según diversas proyecciones, subirá al menos otro 10%.

El Tren Maya no se queda atrás. Pasó de un presupuesto de 150 mil millones de pesos a uno de 180 mil millones; aunque, dicho por el director de Fonatur, “se debe a cambios realizados”, pero no por falta de planeación...

Mientras Pemex, tan solo el costo financiero, traducido en pago de intereses, comisiones y amortizaciones por su deuda, alcanzó el nivel más alto que se haya registrado en los últimos 30 años. Se pagaron 101 mil millones de pesos (enero-agosto 2020, según SHCP). La reestructuración de la deuda por parte de la 4T ha sido a tasas muy altas y esto se debe al deterioro de la calificación de Pemex, dado que su estrategia de negocios no es rentable.

Por su parte, la CFE —tan solo de costo financiero— pagó el año pasado 17 mil millones de pesos. Además de un sobre costo (no hay cifras oficiales) por negarse a usar energías alternativas.

Los costos se acumulan, traducidos en dinero tirado a la basura, cuando que es urgente comprar vacunas, medicinas oncológicas, invertir en infraestructura o en reducir la erosión de la tierra. Además, falta preguntarnos: ¿dónde están los ahorros que tanto pregona AMLO por quitar la "corrupción"? ¿Existen? No se sabe.

Las propuestas de la 4T solo permiten vislumbrar que al final de este sexenio no tendremos NADA. A eso se resume la presente administración.

Una cosa es cierta: la transformación lopezobradorista no es un fracaso económico; se trata de un saqueo exitoso favorable para muchos de sus miembros y seguidores. Los costos los seguiremos pagando la sociedad en su conjunto. De allí que, sin duda alguna, todo resulta para AMLO ser ‘el mejor negocio de su vida’.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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