Batalla entre la continuidad de la cuatroté y su fecha de caducidad inicia el 7 de junio, un día después de la elección intermedia en la que el presidente Andrés López Obrador se juega su mayoría en la Cámara de Diputados y, sobre todo, su fuerza y aprobación ante un electorado voluble, inclinado más al voto de castigo que al sufragio razonado y con visión de largo plazo.
Del resultado electoral no sólo depende la sucesión presidencial en Morena, también el proyecto transexenal del Presidente, porque, como él mismo dijo el 6 de marzo pasado, en Yucatán, “aunque triunfe el movimiento cercano a nosotros, si así lo decide el pueblo, de todas maneras no hay garantía, desgraciadamente, de continuidad”.
Así, los senderos se le bifurcan a la cuatroté, que al día de hoy tiene dos visibles aspirantes; pero a ojos del morenismo duro no ambos representan la ampliación de su “transformación”, allende 2024.
Una es la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum: fundadora de Morena, licenciada en Física y doctorada en ingeniería energética, ex secretaria del Medio Ambiente de la capital, vocera de la campaña del actual mandatario en 2006, jefa de las llamadas “Adelitas”, que era el grupo de mujeres que organizaron en 2008 las protestas contra la reforma energética del entonces presidente Felipe Calderón.
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Es vista en su partido como la única opción que daría continuidad al proyecto de López Obrador, quien no oculta su preferencia hacia ella y la ha cubierto con el manto protector, ante la reciente tragedia en la Línea 12 del Metro.
Otro es el canciller Marcelo Ebrard: Internacionalista por el Colegio de México y con estudios en París, jefe de Gobierno de 2006 a 2012, ex secretario de Seguridad y de Desarrollo Social de la ciudad; político conciliador, hombre que conoce el mundo y lo entiende.
A él lo ven como el único capaz de reconstruir la relación con los sectores vilipendiados por la cuatroté (activistas, clase media, empresarios, académicos, intelectuales de izquierda, entre otros). También como quien podría revertir la política antiempresarial, antiacadémica, antineoliberal, proteccionista y austericida del actual régimen.
Sus promotores creen que López Obrador le debe la candidatura, luego de que Ebrard le cedió la postulación para la contienda de 2012; sin embargo, sus detractores morenistas recitan la máxima de “quien se dobla una vez, se dobla dos veces”.
Pese a que el desplome en la Línea 12 también lo alcanzó, tanto él como Sheinbaum se mantienen como punteros de Morena rumbo a la sucesión presidencial. La definición de esta carrera la empezaremos a atestiguar pasado el 6 de junio.
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EN EL VISOR: Risas entre priistas causó el destape de su dirigente Alejandro Moreno como aspirante presidencial, por parte de la diputada Cinthya López Castro. Tiene casi perdido Campeche, su estado natal, como para andar tomándose en serio ese sueño guajiro, dicen.
Por RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN.
RAYMUNDO.SANCHEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP
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