VENTANA POLÍTICA

La hora de los votantes

Con su voto, el electorado mandó una señal de pluralidad en la representación legislativa y de necesaria concertación para las reformas y decisiones de política pública

OPINIÓN

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Verónica Ortiz / Ventana Política / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial.

A partir de que el PRI perdió la mayoría legislativa en los comicios de 1997, un electorado con creciente sofisticación y empoderamiento votó por gobiernos divididos y por quitarle fuerza al partido en el gobierno en las elecciones intermedias.

Así sucedió con Acción Nacional en 2003 y 2009 y, en menor medida, en 2015 donde el PRI perdió 9 escaños aunque retuvo posición mayoritaria.

Con su voto, el electorado mandó una señal de pluralidad en la representación legislativa y de necesaria concertación para las reformas y decisiones de política pública.

Sin embargo, en 2018 se revirtió la tendencia con el amplio triunfo de López Obrador y de su coalición Juntos Haremos Historia. Morena y sus aliados obtuvieron 43.5% de la votación y 218 de los 300 distritos electorales. Sin embargo, en una indebida aplicación de la regla de sobrerrepresentación, acabaron controlando 61% de los asientos en la Cámara baja.

La pregunta ahora es si ese rotundo éxito electoral podrá repetirse este año. A tres semanas de la elección, el panorama se ve complicado.

Primero, porque la popularidad del presidente no garantiza el triunfo en la elección intermedia. Fox y Calderón tenían niveles de aprobación mayores a la de AMLO y aún así el PAN perdió mayoría en la Cámara. Por el contrario, Peña Nieto tenía una popularidad bastante menor y sin embargo el PRI mantuvo la mayoría en 2015. 

Segundo, porque en la elección intermedia pesa más la calificación sobre las acciones de gobierno. AMLO conserva la simpatía personal de la gente, pero su administración está reprobada en cuanto al manejo de la economía, la inseguridad y corrupción permanentes.  

Tercero, porque el Tribunal Electoral ya ratificó el criterio del INE sobre asignación de curules de representación proporcional, que evitará la sobrerrepresentación que benefició a Morena en 2018.

Por último, si bien Morena sigue encabezando las preferencias electorales, las encuestas más recientes descartan que obtenga la mayoría calificada (2/3 partes), necesaria para reformar la Constitución, y ven más factible la mayoría absoluta (251 escaños).

El escenario entonces favorecería una mayor pluralidad y más contrapesos legislativos, frente a una creciente radicalización del presidente y su partido. 

Cabe recordar que López Obrador y Morena ya fijaron en la agenda una reforma fiscal y la ofensiva final contra órganos autónomos como INE, COFECE, IFETEL, que buscarían desahogar convocando a uno o más periodos extraordinarios entre la elección de junio y el inicio de la nueva Legislatura el 1 de septiembre.

La derrota electoral de Morena sería el único dique de contención, ya que restaría fuerza al bloque hoy mayoritario. Toca a los votantes decidir por un mayor equilibrio de fuerzas en la composición de la Cámara baja y restaurar un contrapeso necesario al Ejecutivo. Esa sería una buena noticia para la democracia mexicana. 

POR VERÓNICA ORTIZ
VORTIZORTEGA@HOTMAIL.COM 
@VERONICAORTIZO

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