COLUMNA INVITADA

De sembrar vida a sembrar vergüenzas

México presumió su Sembrando Vida ante los representantes de las economías más importantes del mundo

OPINIÓN

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Georgina Trujillo/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una vez más y como es característico de un populista jefe de Estado, con respecto a los temas de cambio climático, Andrés Manuel López Obrador no sólo demostró que esto no existe en el radar de su gobierno. Además, probó que, si se trata de tener participaciones lamentables en foros mundiales, siempre se puede superar a él mismo.

Mientras otras naciones presentan sus programas de inversión a largo plazo, basados en estudios serios, evidencias y se construyen acuerdos para hacer de la industria una actividad más sustentable; el Presidente de México se limitó a presumir y promover su programa Sembrando Vida ante los representantes de las economías más importantes del mundo.

Para él es simple, como la mayoría de sus conceptos: la violencia del crimen organizado se resuelve con abrazos, y la economía con recortes presupuestales, el huachicol se resuelve “cerrando la llave” de las tuberías y Petróleos Mexicanos se rescata con una refinería... en zona inundable. Así pues, el cambio climático se resuelve sembrando árboles en Centroamérica. Es sencillo, ¿por qué nadie lo había pensado?

Poco importan las emisiones de carbono, las regulaciones estrictas a empresas o una transición tecnológica para generar energías limpias, con base en un programa a largo plazo que abarate los costos y además traiga beneficio a los usuarios finales.

Para Andrés Manuel lo importante es sembrar árboles en una región que no es ni significativa en superficie, ni encabeza la lista de los países más deforestados. 

Además, según él, se contribuye a paliar el fenómeno migratorio, y hasta se podrían otorgar visas de trabajo a los ciudadanos que colaboren cuatro años en el programa.

Brillante, ¿qué pasa con esas naciones desarrolladas que no lo propusieron antes?

De todos los programas públicos, quizás el de Sembrando Vida es de los mayores fracasos del gobierno actual. Se le han invertido alrededor de 70 mil millones de pesos, sin embargo en 3 años, sólo se ha cumplido con 7 por ciento de la meta de reforestación; sería 14, pero la mitad de los árboles sembrados murió.  

No hay reglas de operación, no hay avances específicos. En otros casos el gobierno mismo se saboteó, como en Tabasco, donde el año pasado, inundó deliberadamente zonas de Nacajuca y Jalpa de Méndez que estaban pensadas como áreas de reforestación de Sembrando Vida, en un intento fallido por salvar la capital del estado.

En lo administrativo es un desastre. Hasta ahora no se pueden comprobar, como mínimo, mil 800 millones de pesos de ese programa. Nadie sabe quién se lo gastó, ni en qué.

¿Ese es nuestro ejemplo al mundo de buen gobierno y de una política pública bien ejecutada?. Se tiene que tener poca vergüenza o mucha ignorancia… o las dos, para atreverse a presentar algo semejante en un foro mundial.

México va encaminado al ostracismo político. Queda expuesto como un país carente de liderazgo y de una visión a largo plazo: signos preocupantes de una democracia que se deteriora y se polariza a medida que avanza este sexenio.

POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ

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