AYER PENSABA DISTINTO

Las campañas sí importan

El estruendo de las campañas se siente como una irrupción violenta en la vida cotidiana

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cada tres años el bombardeo político regresa, los spots inundan la radio y la televisión, las redes nos saturan de imágenes de candidatos con niños, candidatas plantando árboles y bailando, candidatos con frases inspiracionales y con promesas de campaña que difícilmente cumplirán. Los ciudadanos, por otro lado, nos quejamos.

El estruendo de las campañas se siente como una irrupción violenta en la vida cotidiana. Es incómodo ver candidatos meterse a través de anuncios en nuestro tiempo de descanso durante programas de entretenimiento. Es molesto verlos en enormes espectaculares en las calles o toparnos con ellos repartiendo volantes en los semáforos. Es cansado escuchar noticieros que solo hablan del proceso electoral.

Sin embargo, en medio del molesto trance por el que nos vemos obligados a atravesar, vale la pena preguntarnos si el alboroto sirve de algo ¿hacen realmente alguna diferencia las campañas?

Para responder esta pregunta, es importante primero hablar de un problema de nuestra sociedad: los mexicanos no estamos dispuestos a dedicarle tiempo a informarnos de nuestras opciones políticas. Un ejemplo de esto es la mínima atención que han recibido los debates organizados por el INE este año, en los que se discute la plataforma de los partidos y las alianzas a nivel federal. El primer debate que hubo, sobre política y gobierno, tuvo un total de 4mil 500 vistas en Youtube. El segundo, sobre salud, llegó a solo 2 mil 300 en la misma plataforma. En un país de 90 millones de electores, las cifras de atención a estos debates son ridículas. La exigencia de más propuestas en realidad es una exigencia vacía.  Las personas no están dispuestas a dedicarle tiempo a estudiar para analizar y contrastar  

¿Qué queda entonces para informarnos? ….Las campañas y los esfuerzos que hacen los políticos por captar nuestra atención a como dé lugar. Y todo parece indicar, que esos esfuerzos están rindiendo frutos. Hasta antes de marzo,  veíamos las tendencias en las encuestas relativamente estables. Sin embargo, en cuanto iniciaron las campañas, los números empezaron a moverse.

El caso de Nuevo León es tal vez el más paradigmático, donde la candidata de Morena, Clara Luz Fores, pasó de un sólido primer lugar a un segundo, o incluso tercer lugar, dependiendo de la encuesta en la que se le mida. Samuel García, de MC,  parecía perdido en un inicio, pero ha ido creciendo en las preferencias y hoy parece ser de los competidores más fuertes junto con Adrián de la Garza del PRI.

Movimientos similares están sucediendo en otros estados del país. En Baja California Sur, Chihuahua, Campeche y Sonora estamos viendo contiendas sumamente reñidas donde los electores están percibiendo de los candidatos mucho más de lo que aparece evidente a simple vista. Resulta que entre las acusaciones de corrupción, los TikToks y las frases prefabricadas,  se han logran colar razones para votar o dejar de votar por un candidato. Es difícil pensar que sean razones suficientes, pero es mejor que si las campañas no existieran.

Sí, es incómodo escuchar de los candidatos todo el día, verlos aparecerse en nuestro televisor o entre las fotos familiares en las redes sociales. Pero lo que es un hecho, es que no puede haber menos campañas mientras no aumente nuestro interés por buscar la información que vale la pena.

POR FERNANDA CASO 
FERNANDACASO@HOTMAIL.COM
@FER_CASO

DZA