Fumar puede agravar el daño por COVID-19. La envidencia científica sobre los riesgos de fumar y las daños respecto a la COVID-19 es contundente. Una publicación reciente, con base en 19 artículos revisados por pares, con un total de 11,590 pacientes con COVID-19, concluye que el tabaquismo duplica el riesgo de progresión a una mayor severidad de la enfermedad. Por su parte, Gaiha, Chen y Halpern-Felsher, en una muestra nacional de adolescentes y adultos jóvenes en los Estados Unidos, encontró que los adolescentes, usuarios de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco convencionales, tenían 6.8 veces más riesgo de infección por COVID-19.
México ha hecho muy poco para atacar la principal causa de muerte en el mundo que es 100% prevenible y evitable a través del fortalecimiento de políticas públicas para el control del tabaco. A pesar de que ha habido avances en este tema mediante la prohibición de la importación de cigarros electrónicos y productos similares, así como la actualización de impuestos, en el Congreso de la Unión la historia ha sido otra: aún cuando se han presentado más de 100 iniciativas de ley del 2008 a la fecha, ninguna ha superado el trámite parlamentario.
La diputada Carmen Medel, Presidenta de la Comisión de Salud, ha presentado un dictamen que ofrece un avance real para la salud de los mexicanos. La reforma busca poner en marcha las mejores practicas internacionales de control de tabaco, así como los mecanismos que aseguren que los espacios públicos cerrados se mantengan libres de humo de tabaco, al igual que las áreas interiores de trabajo y el transporte público; que proteja a las niñas y los niños de la publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco, incluyendo el punto de venta (a nivel mundial 78% de los niños de 13 a 15 años estan expuestos a la publicidad); el etiquetado neutro; una mejor regulación hacia los saborizantes y aditivos de la que actualmente existe.
Quienes apoyamos los contenidos de la reforma – instituciones como la OPS, UNICEF, Instituto Nacional de Salud Pública, CONADIC, además de decenas de organizaciones civiles internacionales, regionales, nacionales y locales – hacemos un llamado para que no solo se aplique esta regulación en los cigarros convencionales, sino también para los nuevos productos, cuyas restricciones normativas vigentes deben fortalecerse. Nuestro llamado es posicionar a México como un país que prioriza la salud de sus ciudadanos.
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Por: Erick Antonio Ochoa, Director de Salud Justa MX.
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