"La pobreza del propósito. Cuando una institución que debe favorecer o crear las condiciones para el progreso, la paz y la unidad de una sociedad, se obsesiona con el poder y una visión sin diálogo, escucha, o sin interés por el consenso atropella a los ciudadanos y manipula a muchos, que con deseo legítimo de cambio son compradas sus voluntades. Cómo justificar a la autoridad que usa todos los recursos a su alcance para privilegiar un proyecto cuya viabilidad es objetivamente cuestionada y la crítica positiva de quienes quieren a México y también el cambio, son identificados como traidores y otros apelativos fuera de lugar. Adversarios se les dice a los que no piensan igual, aunque produzcan más y con mejores resultados".
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE
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