MALOS MODOS

El presidente más feminista de la historia

A López Obrador le provoca una irritación instantánea, a botepronto, cualquier reclamo

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos modos / Opinión El Heraldo de México

Contra la opinión de muchas personas, creo que la palabra que sintetiza como ninguna la actitud del Presidente hacia las protestas feministas es desdén.

¿Hay irritación? Sin duda.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador le provoca una irritación instantánea, a botepronto, cualquier reclamo o cualquier manifestación de que su reinado, su gobierno todopoderoso, ha traído cualquier cosa distinta a la felicidad al 100, la armonía plena, el consenso.

¿Cómo se atreven a no ser felices, felices, felices? Ya chole. Y hay irritación por otro motivo: no logra desactivar las protestas con sus estrategias habituales.

Al día de hoy, Andrés Manuel López Obrador hace dos chistes, dispara una calumnia y se sale con la suya.

No hay consecuencias, y el ruido termina por desaparecer.

No así con las protestas de las mujeres, un coro que no se va.

También hay una fidedigna incomprensión.

Incomprensión de lo que el feminismo ha logrado en términos de cambios legales, educativos, políticos y hasta policiacos para mejorar la vida de las mujeres.

O sea, hay una incomprensión práctica, una incomprensión de lo concreto. Y hay una incomprensión, digamos, histórica que probablemente le pasará factura en esa obsesión suya que es “la posteridad”.

El hombre que iba a traer la justicia, la igualdad, el salvador de México, Mister 4T, plausiblemente será recordado en un mundo más justo por los feminicidios, su espaldarazo a Félix Salgado Macedonio y sus raptos tipo no quiero hablar de mujeres asesinadas, porque, y la rifa qué.

¿Hay también desprecio por esos logros? Claro.

Y es que sí, le parecen “ideas extranjeras”, pero sobre todo logros que no caben en su utopía, es decir, en ese país paraestatalizado, ultra presidencial, militar, y en esa medida mega paternalista en el que a las mujeres (está a una de decir “las damitas”, sí) se les trata con respeto, “no se les toca ni con el pétalo de una rosa”, mientras no hagan mucho desmadre y entiendan que en este México vintage, 100% libro de texto gratuito, les toca ser, ¿recuerdan?, las cuidadoras de sus abues, sus papis y sus nietos.

Porque eso es lo otro que hay: machismo light, machismo condescendiente, ese que dice que “las mujeres se merecen el cielo”, pero que, como es propio de un patriarca benevolente, aprieta la mano cuando hay que educar. Como con los lacrimógenos y la valla de la paz.

Pero, sobre todo, hay desdén.

¿Por qué? Porque el cálculo del presidente Andrés Manuel López Obrador es que las protestas, con toda su legitimidad y su creatividad no harán mella en lo que realmente le importa, es decir, ni en su popularidad, ni en sus planes electorales.

Y es cierto: sigue muy alto en las encuestas y, al día de hoy, Morena va hacia una victoria contundente, Guerrero incluido.

Así que, me temo, lo veremos, de aquí pa’l real, sin moverse un paso, firme en su papel de, decían, el Presidente más feminista de la historia.

Por JULIO PATÁN
JULIOPATAN0909@GMAIL.COM 
@JULIOPATAN09

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