COLUMNA INVITADA

El diccionario del diablo

El derecho de sufragio significa el derecho a votar por el hombre que ha elegido otro hombre

OPINIÓN

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Rubén Martínez Cisneros/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México Créditos: Foto: Especial

En la vorágine electoral que se vive en el país no está por demás recordar al escritor estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914) y su célebre Diccionario del Diablo.

Alianza:  En política internacional, la unión de dos ladrones, cada uno de los cuales ha metido tanto la mano en el bolsillo del otro que ya no pueden separarse para robar a un tercero. Aplauso: El eco de una tontería. Monedas con el que el populacho recompensa a quienes le hacen reír para luego comérselos.

Campaña electoral. Periodo durante el cual hay gente que se sube a un podio para decir que fulano es un genio y mengano un imbécil. 

Candidato: Caballero modesto que renuncia a la distinción de la vida privada y busca afanosamente la honorable oscuridad de la función pública.

 Compromiso: Arreglo de intereses en conflicto que da a cada adversario la satisfacción de pensar que ha conseguido lo que no debió conseguir, y que no le han despojado de nada salvo lo que en justicia le correspondía

Conservador: Dícese del estadista enamorado de los males existentes; por oposición al liberal, que desea reemplazarlos por otros. 

Demagogo: Adversario político. 

Desertar: Cambiar bruscamente de opinión y pasarse a otro bando. 

Difamar:  Decir mentiras sobre otro. Decir verdades sobre otro. 

Elector: El que goza del sagrado privilegio de votar a un candidato que votaron otros.

Enemigo: Individuo que, llevado por su naturaleza perversa, niega nuestros méritos o muestra la superioridad de los suyos. 

Expulsión:  Remedio eficaz contra la enfermedad de la charlatanería. Muy usado también en casos de extrema pobreza. 

Fanático:  Dícese del que obstinada y ardorosamente sostiene una opinión que no es la nuestra. 

Fraude:  Vida del comercio, alma de la religión, cebo del noviazgo y fundamento del poder político. 

Honorable: En las cámaras legislativas se acostumbra a dar el título de honorable, vg: el honorable diputado es un perro sarnoso.

Impostor: Rival que también aspira a los honores políticos.

Impunidad:  Riqueza política. 

Independiente:  En política, enfermo de autorrespeto. Es término despectivo.

Oposición:  En política, el partido que impide que el gobierno se desboque.

Oratoria: Conspiración entre el lenguaje y la acción para defraudar al entendimiento. Tiranía atenuada por la taquigrafía.

Política: Conflicto de intereses disfrazado de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho privado.

Político: Anguila en el fango primigenio sobre el que se erige la superestructura de la sociedad organizada. Cuando agita la cola, suele confundirse y creer que tiembla el edificio comparado con el estadista, padece la desventaja de estar vivo.

Recuento de votos: En política norteamericana, nuevo tiro de dados que se acuerda con el jugador contra quien están cargados.

República:  Entidad administrativa manejada por una incalculable multitud de parásitos políticos, lógicamente activos, pero fortuitamente eficaces.

Sufragio:  Expresión de la opinión por el voto. El derecho de sufragio (que se considera también un privilegio y un deber) significa, tal como se interpreta comúnmente, el derecho a votar por el hombre que ha elegido otro hombre, y es altamente apreciado. La negativa a ejercerlo lleva el feo nombre de “incivismo”. El incivil, sin embargo, no puede ser procesado por su crimen porque no hay acusador legítimo.

Voto: instrumento y símbolo de la facultad del hombre de hacer de sí mismo un tonto y de su país una ruina.

 

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS
COLABORADOR

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