UN MONTÓN DE PLATA

Ebrard y el fracaso de Covax

Fue ingenuo que el canciller avalara el año pasado que el multilateralismo de la ONU y de la OMS iban a servir para una distribución equilibrada de vacunas

OPINIÓN

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Carlos Mota / Un Montón de Plata / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Poco duró el idilio del presidente Andrés Manuel López Obrador con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la que ayer acusó de ser un “florero” y estar “de adorno” porque las vacunas contra el COVID-19 no se están distribuyendo equitativamente. La ONU, que había sido encumbrada por AMLO para la rifa del avión presidencial o la compra de medicamentos, ahora es considerada inútil.

Pero, lo cierto es que siempre lo fue. De hecho, lo verdaderamente ingenuo fue que el canciller Marcelo Ebrard avalara el año pasado la idea de que el multilateralismo de la ONU y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) iban a servir de algo para una
distribución equilibrada de las vacunas.

¿Qué poder tienen la ONU y la OMS ante empresas como Pfizer, AstraZeneca o Moderna? Ninguno. El mecanismo Covax, que tanto presumió el canciller como resultado de las propuestas de México, es un fracaso. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ahora pepena la atención del mundo para alertar que los países ricos presionan a sus farmacéuticas para surtir primero las dosis ordenadas para sus mercados domésticos en vez de entregarlos a Covax

Esto es una catástrofe. Estamos a cinco días de iniciar el cuarto mes desde que las vacunas empezaron a ser aplicadas en el mundo y México no ha visto ni una sola dosis de las 51 millones que el gobierno adquirió a través de Covax. México vivió en una ilusión. El gobierno fantaseaba con la idea de presumir que millones de dosis habrían de ser aplicadas este mes de febrero al alimón de otras naciones que como la nuestra verían a toda su población siendo inyectada masivamente. Era la interpretación de un concierto global armónico, cuyas partituras habían sido escritas por el gobierno de la Cuarta Transformación.

Pero, esto no fue así. En Venezuela, por ejemplo, los asesores de Juan Guaidó ya se pusieron realistas y anunciaron que, si bien les va, recibirán las primeras dosis de parte de Covax hasta mayo.

México se equivocó. Tailandia, por ejemplo, un país de renta media como México, nunca quiso sumarse a Covax. La vocera de ese gobierno Anucha Buraphachaisri lo explicó hace poco especificando que, por el nivel de ingreso del país, no era elegible para ese programa: “la decisión correcta está en la compra directa de la vacuna a quienes las fabrican; además, eso nos brinda más flexibilidad”.

Covax es un mecanismo para países pobres. Y México cayó en su propio engaño: deglutir que ya no lo somos. Ahora la izquierda que nos gobierna no sabe qué hacer con su fantasía de corregir a la mano invisible del mercado, que sigue y seguirá dominando al
mundo.

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La empresa que en México dirige José Rodríguez rompió todos sus récords y dijo que a nivel global vendió Dlls. $132 mil millones en 2020. La pandemia le benefició enormemente.

POR CARLOS MOTA
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