COLUMNA INVITADA

¡Ánimo… que más adelante está más feo!

Las elecciones de 2021 son cruciales para definir el rumbo de México porque existe la posibilidad de construir contrapesos al gobierno abiertamente autoritario de López Obrador

OPINIÓN

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Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

En México se requiere una mayor participación política de los ciudadanos, pero tiene que venir de la mano de una selección más cuidadosa de los perfiles de quienes aspiran a un cargo de elección.

Tenemos que modificar la percepción negativa que se tiene de la política y la forma de hacerlo es acercando a la vida pública a más ciudadanos que tienen un modo honesto de vivir.

También se tiene que dejar de lado la idea de que todos los candidatos ciudadanos son necesariamente buenos, impolutos y casi santos.

Las elecciones de 2021 son cruciales para definir el rumbo de México porque existe la posibilidad de construir contrapesos al gobierno abiertamente autoritario de López Obrador.

Sin embargo, hay que tener claro que aún con el mejor de los resultados que pueda obtener la oposición, el Poder Ejecutivo seguirá en sus manos por lo menos hasta 2024.

Se antoja muy difícil que se logre revocar su mandato en 2022, y no sé usted, pero yo no apostaría mucho dinero a que por lo menos no sondeará las aguas para quedarse pasado el fin de su sexenio.

Para que la oposición tenga mejores resultados tiene que trabajar en conjunto, y ya dio el primer paso al integrar la alianza “Va Por México”, en la que participan el PAN, PRI y PRD. Ahora el reto es postular a los mejores candidatos.

Lo preocupante es que no se intente y que se mantengan las malas prácticas de postular a los cuates, compadres o cómplices de quienes tienen el poder dentro de los partidos.

El otro paso que tienen que dar los partidos es establecer una agenda que trascienda las elecciones 2021 y que los lleve a renovarse.

Esta agenda tiene que llevar a los partidos más cerca de los ciudadanos, tener siempre las puertas abiertas para los mexicanos que quieran sumarse a un partido, mecanismos transparentes de sus procesos de toma de decisiones y selección de candidatos, así como fortalecer la responsabilidad de formación política de los militantes.

También tiene que considerar sanas prácticas de competencia entre partidos como derribar las barreras de entrada para nuevos participantes. La situación en la que vive el país demanda mayor participación política del ciudadano dentro o fuera de los partidos. Y para los partidos, en especial para sus dirigentes, la realidad demanda que recalibren sus calculadoras políticas.

Lo que antes funcionaba caducó, y si de verdad fueran tan “colmilludos” y hábiles como creen, verían que para sobrevivir ellos tienen que sobrevivir sus partidos, y eso no se garantiza postulando cantantes o exreinas de belleza. 

En otros países ya han experimentado el populismo sin poder salir de él, como el caso de Venezuela, donde la pesadilla suma dos décadas.

Las elecciones de 2021 son una primera oportunidad para desterrar el populismo de México. Serán años de lucha intensa para lograrlo.

Los candidatos de la oposición llevarán esa responsabilidad sobre sus hombros ya que enfrentarán en junio a un gobierno morenista que ocupará los recursos públicos para perpetuarse en el poder, así como otras medidas fuera de la ley para vulnerar la democracia. La realidad que nos toca vivir es dura, sin embargo, tenemos que seguir trabajando para cambiarla. Vale la pena recordar una frase atribuida a Pancho Villa “¡Ánimo, cabrones, que más adelante está más feo!”.

POR FAUSTO BARAJAS
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@FAUSTOBARAJAS

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