COLUMNA INVITADA

Los vecinos que no van a cambiar

Los contactos entre la UE y Rusia, en su nivel más bajo. Este país no modificará su rumbo autoritario

OPINIÓN

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Beata Wojna/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Andan mal las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Rusia. Hace pocos días el ministro de exteriores ruso Serguéi Lavrov afirmó Rusia estaba lista para romper las relaciones con la UE si el bloque le imponía sanciones económicas. Aunque la presidencia rusa intentó suavizar esta declaración, lo cierto es que desde el encarcelamiento del opositor ruso Alekséi Navalni, la expulsión de tres diplomáticos europeos y la desastrosa visita en Moscú del ministro europeo de exteriores Josep Borrell, los contactos entre la UE y Rusia regresan nuevamente a su nivel más bajo. A eso se suma la triste noticia de que Rusia no va a cambiar su rumbo autoritario.

De hecho, no es novedad ya que desde la ocupación de la Crimea ucraniana por Rusia en 2014 empezó el deterioro de las relaciones entre estos dos grandes vecinos que no encuentran manera de entenderse. Conviven en el espacio europeo porque así les tocó, pero no están bien uno con el otro, a pesar de que la UE sigue siendo el socio económico más importante para Rusia. Los dos hablan lenguajes políticos muy distintos. Mientras que la UE se fundamenta en la libertad, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, Rusia es la negación de estos valores, lo que choca con la visión comunitaria de cómo debería organizarse el continente. Los dos buscan influencia en sus vecindades ⸺países postsoviéticos, los Balcanes y el Cáucaso⸺, con la diferencia de que la UE pretende modernizar a través de la democracia y el mercado libre, mientras que a Rusia le gustan las lealtades al estilo bielorruso.

Algunos dirán que la UE podría ser más pragmática en su relación con Rusia, como lo hace respecto a otro país autoritario, China. No obstante, la ocupación de Crimea, los envenenamientos de autoría rusa, el uso de internet para manipular la opinión pública europea contra la democracia, la militarización y el discurso de fuerza que llega desde Rusia, le quita los argumentos incluso a los mayores defensores del acercamiento con ese país. En este grupo se encuentran Alemania, Francia, España, Italia y Portugal, mientras que Polonia, Suecia, Letonia, Estonia, Lituania son defensores de una estrategia aún más dura.

Hoy la cara de la UE en su relación con Rusia pende de un hilo, la construcción del gaseoducto Nord Stream 2. Es la segunda fase del proyecto para transportar el gas ruso a Alemania por el mar Báltico, rodeando a Europa Central. Esta obra que se inició en enero de 2018 y está por concluirse en 2021 ha generado grandes divisiones en la UE e incluso sanciones desde los Estados Unidos a las empresas europeas involucradas. A mediados de enero las autoridades alemanas renovaron el permiso para la construcción de Nord Stream 2, pero diferentes grupos en la UE siguen presionando para que Alemania la suspenda. Sería sin duda una señal de fuerza hacia Rusia, aunque es poco probable que ocurra en la UE donde los intereses de los países miembros y de sus empresas siguen pesando mucho.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA

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