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Una buena decisión de Hacienda

El pasado lunes la Secretaría de Hacienda anunció en un comunicado una serie de medidas para mejorar la situación financiera de Pemex

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El pasado lunes la Secretaría de Hacienda anunció en un comunicado una serie de medidas para mejorar la situación financiera de Pemex. La principal empresa del país, como ha sido ya comentado hasta el cansancio, atraviesa por una situación financiera crítica, que viene de tiempo atrás pero que hasta ahora esta administración solo había empeorado.

El anuncio consiste principalmente en dos acciones. Primero, el gobierno federal reducirá la carga fiscal de Pemex al reducir el Derecho de Utilidad Compartida (DUC) –el impuesto más significativo que paga Pemex, de 52 por ciento a 40 por ciento de las utilidades por barril—. En el fondo, esto no es nuevo ya que era parte de la Ley de Ingresos aprobada. De acuerdo con el Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, el costo de esta reducción —es decir lo que dejaría de ingresar el gobierno— será de alrededor de 60 mil millones de pesos durante el 2022.

Pero, la medida más importante anunciada de está semana es la inyección de dinero del Gobierno Federal a Pemex para reducir su deuda. Esta medida se llevará a cabo a través de varias operaciones financieras. La primera es intercambiar bonos con vencimientos entre 2024 y 2030 por una combinación de nuevos bonos y efectivo. Y, la segunda es la recompra de bonos a largo plazo, con vencimientos entre 2044 y 2060. Para esto el gobierno transferirá a Pemex hasta 3 mil 500 millones de dólares, lo que representa el 5.1 por ciento de la deuda en moneda extranjera con vencimientos posteriores a octubre de 2024 (cuando termina este gobierno).

A los mercados esta noticia les encantó. Al día siguiente del anuncio, el precio del Credit Default Swaps de Pemex a cinco años –una especie de “seguro” contra un eventual incumplimiento de Pemex– cayó 60 puntos base, lo que indica que las expectativas de los inversionistas mejoraron sustancialmente. Pero más importante aún, el mismo martes, Pemex salió a los mercados a emitir deuda con muy buenos resultados. Colocó un bono por mil millones de dólares a 10 años a una tasa de interés de 6.7 por ciento, significativamente mejor que la implícita en los precios de sus otros bonos previo a la transferencia. La demanda por estos bonos fue más de cinco veces mayor a los que Pemex salió a vender.

Esto es una decisión muy acertada de la SHCP. Como lo escribí en septiembre, es absurdo que el costo de la deuda de Pemex sea más alto que la deuda del gobierno mexicano, sobre todo después de que el presidente ha sido muy enfático en que la deuda Pemex es deuda soberana. Comprar deuda de Pemex se había vuelto una de las mejores inversiones del mundo: rendimientos de bonos “basura” con riesgo de soberano con grado de inversión. A pesar de esta acción, las problemáticas de Pemex no se van a ir a ninguna parte.

La producción sigue estancada por debajo de 1.6 millones de barriles al día y esta administración sigue empeñada en aventar recursos a la refinación que pierde dinero. Pero hay que saber reconocer buenas noticias, ojalá la mano de la SHCP se pueda empezar a ver en más partes del gobierno.

JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAST

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