NET ZERO

Sobre héroes y otras mentiras

Extraviamos nuestra imaginación, contaminamos nuestra psique y esencia, deforestamos el bosque de nuestras musas, y así, ejecutamos a nuestro planeta

OPINIÓN

·
Roberto Salvador y Diciembre Aguilar / Net Zero / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Recientemente, 400 aviones aterrizaron en Glasgow con toneladas de CO2 a sus espaldas. ¿Su misión? Transportar a decenas de “líderes mundiales” a la cumbre climática COP26 para urgir a la población a reciclar, utilizar transporte público y vehículos eléctricos para salvar al medio ambiente de su agonía. ¿Héroes? ¿Villanos? ¿Quiénes creemos que somos en este dramático guion de cine?

El clímax de este largometraje se encuentra en su cenit, y ni los datos brutos de Wikipedia, ni los retweets de la ONU o Greta Thunberg cambiarán absolutamente nada.

En menos de dos años, la pandemia aún deja rastros de millones de guantes y mascarillas que inundan calles, mares y océanos. Salvamos al huésped, quemando el hospedaje.

Las acciones verdes han decaído en palabras y consignas que no alimentarían ni al cachorro más famélico. Urge tomar acciones para contrarrestar un impacto en el cambio climático.

Atiendan un segundo; extrapolemos la existencia de nuestro planeta azul a la extensión total de nuestros brazos en su máxima amplitud. Ahora, dimensionen que la presencia humana en la historia del mundo comprende una micra de la muesca de la uña de un dedo meñique.

En cualquier momento nos extinguiremos, y la Tierra seguirá girando; porque somos tan sólo un pequeño picor de nariz en la biografía de esta espléndida esfera de lodo y agua, donde el egoísmo humano se sigue dibujando en un infinito laberinto de negros estratos. Aun así, qué picor de nariz más molesto, queridos.

Recordemos las películas de nuestra infancia. ¿Quién era el héroe o heroína? ¿Qué bandera enarbolaba? Quizá vivimos idealizando a los héroes de mentira, al superhéroe interplanetario, a la cantante de carmín y al deportista arrollador. Crecimos olvidando que, en palabras del naturalista John Muir: “el poder de la imaginación nos hacía infinitos”. ¿Fueron acaso esos personajes un espejo tan convexo que, al no poder encontrar el reflejo soñado, lo acabamos guardando en un viejo trastero, dejándonos caer en esa utópica franqueza llamada “realidad”?

Extraviamos nuestra imaginación, contaminamos nuestra psique y esencia, deforestamos el bosque de nuestras musas, y así, ejecutamos a nuestro planeta.

Visualicemos por un instante si nuestros héroes de cine hubiesen sido activistas, exploradores, destructores de imperios de energías moribundas; si por remota casualidad los grandes villanos a derrocar hubiesen sido la deforestación, la extinción masiva de especies, el consumismo desmedido y las emisiones de gases invernadero.

Concibamos si en lugar de Thanos o un tal Lex Luthor, todos los contaminantes hubiesen sido el gran enemigo a vencer. Tal vez hubiese sido así, y sólo así, que nuestra imaginación nos hubiera hecho infinitos.

POR ROBERTO SALVADOR (GUIONISTA, PRODUCTOR Y DIRECTOR DE CINE ESPAÑOL) Y DICIEMBRE AGUILAR (MLA UNIVERSIDAD DE HARVARD, ARTES VISUALES, FOTOGRAFÍA Y CINE)
WWW.ROBERTOSALVADOR.COM
@MULTIDIMENSION

CAR