COLUMNA INVITADA

La desigualdad y la tecnología

La pandemia trajo consigo un periodo que abrió un nuevo panorama sobre la era digital, varios elementos fueron positivos

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La pandemia trajo consigo un periodo que abrió un nuevo panorama sobre la era digital, varios elementos fueron positivos, entre ellos la posibilidad de seguir en contacto con nuestros seres queridos vía las charlas en línea. Sin embargo, también permitió ver la desigualdad que existe respecto al acceso a dicho espacio. Ahora que varias actividades han regresado al ámbito presencial, es importante no olvidar que sigue presente dicha problemática.

Resulta complicado creer que habrá un alto para la continua aceleración que plantea la era digital en todos los aspectos de la sociedad. Desde que surgió el internet hasta el nacimiento de las redes sociales, la humanidad es testigo de que dicho fenómeno solo irá creciendo mientras siga avanzando el tiempo ¿Es bueno o malo?

Aún es muy temprano para tener una respuesta concreta a tal pregunta. La pandemia trajo consigo un periodo que abrió nuevos panoramas sobre la era digital, varios elementos fueron positivos, entre ellos la posibilidad de seguir en contacto con nuestros seres queridos mediante las charlas en línea. Sin embargo, también permitió ver la desigualdad que existe respecto al acceso a dicho espacio.

Ahora que varias actividades han regresado al ámbito presencial, es importante no olvidar que sigue presente dicha problemática. La brecha digital se puede entender como aquella división que hay dentro de una sociedad entre las personas que no tienen acceso ni uso a las tecnologías de la información y comunicación, y las que sí. Ello aumenta las desventajas del primer grupo sobre el segundo.

Es importante recalcar que no solo depende de las condiciones económicas de cada sector (aunque sí sean un factor determinante), sino de las acciones que llevan a cabo los gobiernos e instituciones para disminuir la brecha. En México existe esta desigualdad, misma que gobiernos pasados trataron de solucionar mediante distintos procedimientos, por ejemplo, la repartición de equipo tecnológico, ya sean laptops o tabletas electrónicas.

Estos productos se vuelven obsoletos después de un par de años, como parte de la aceleración exponencial tecnológica que marca a nuestra sociedad contemporánea. Tal proceso termina dejando atrás a aquellos grupos que no se encuentran en la misma velocidad con la que avanza el mercado tecnológico, en la medida en que un producto esté hecho para durar un corto tiempo. Es el caso de las actualizaciones de un dispositivo, las cuales obedecen a la lógica de los capitales.

Ahora bien, también se han visto casos en donde se mejora la infraestructura para cortar la brecha. Hace unas semanas la Ciudad de México recibió el Récord Guinness por ser la urbe con mayores puntos de acceso a internet gratuito. Sin duda un reconocimiento para presumir, pero que en la práctica muestra lo mucho más que se le puede pulir, pues, en ciertos puntos la señal es bastante lenta o no funciona la conexión.

Ciertamente, este proceso tecnológico que ha marcado a la humanidad desde hace ya décadas no muestra, hasta el momento, elementos para pensar que se ha de detener. Mientras siga esta aceleración será necesario replanteársela a partir de aquellos sectores que se están quedando atrás y cómo esto les afecta.

POR IGNACIO ANAYA MINJAREZ

@IGNACIOANAY

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