COLUMNA INVITADA

El presupuesto EdoMex, ese gatopardo

Pero en el Estado de México parece que los partidos representados en la Jucopo se sienten muy cómodos con el ejercicio del gasto de Del Mazo, todos los partidos

OPINIÓN

·
Daniel Serrano / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si no hay cambio económico cualquier pronunciamiento político sobre el bienestar social pude ser acusado de gatopardismo. Eso lo sabe el Presidente de la República y por eso su propuesta de presupuesto le duele tanto a la derecha, porque materializa una redistribución de la riqueza a la que el viejo régimen se resistió por décadas, esa es la razón de los fuertes debates, cientos de reservas y tomas de tribuna en la cámara federal. Pero en el Estado de México parece que los partidos representados en la Jucopo se sienten muy cómodos con el ejercicio del gasto de Del Mazo, todos los partidos. Todos.

¿Y esto por qué es un asunto de todas y todos? Porque en medio de la recuperación económica de los estragos generados por la COVID-19, en una sociedad como la nuestra acostumbrada a atestiguar cualquier clase de endeudamientos llama la atención el gran trabajo de quien encabeza el Ejecutivo federal, tanto como la actitud casi complaciente con el endeudamiento del EdoMex de la mayoría de legisladores locales. Muchos de quienes en los llamados foros legislativos dicen que el gobernador hace todo mal, pues resulta que a su presupuesto le ven todo bien.

Alfredo Del Mazo ha enviado al legislativo a través de Rodrigo Jarque, su secretario de Finanzas, un paquete económico que contiene una bomba, un endeudamiento por 9 mil 500 millones de pesos, que sumado a la deuda acumulada de nuestra entidad, que es de 54 mil 82.9 millones, rebasará escandalosamente los 60 mil millones de pesos. A diferencia del gobierno que encabeza López Obrador, donde existe la universalidad en los programas en las tierras mexiquenses, hay un permanente señalamiento del uso electoral de la política social como la llamada “tarjeta rosa”. La diferencia de la conducta de la oposición también es notable en lo federal y en lo local, mientras la derecha realiza 1994 reservas a la propuesta de AMLO y anuncia la vigilancia de los programas sociales, el bloque opositor del que forma parte Morena y PT se anuncian prácticamente listos a la aprobación. Es decir, el manejo de la política económica de Del Mazo se critica en lo privado (en los foritos legislativos), pero se aprueba en lo público, en la cámara donde debería estar representado el sentir de la población.

Quizá la mayoría de ustedes ubique ese pasaje de la novela de Giuseppe di Lampedusa, “El Gato Pardo”, llevada a la pantalla en 1963, quizá la mayoría ubique ese diálogo entre Don Fabrizio y su sobrino Tancredi:“Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”; esa es la síntesis de lo que conocemos como gatopardismo; lo que quizá algunos no recuerdan es la magistral respuesta de Fabrizio: “Y después será distinto, pero peor”. Parece que aún hoy en el Estado de México en plena Cuarta Transformación hay lugar para uno que otro gato pardo.

POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EL EDOMEX

PAL