MALOS MODOS

Guía para aparentar que gobiernas

La puesta en escena consiste en mandar unos policías con perros a un “paradero” y, sin respeto alguno, ponerlos a catear a los ciudadanos

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No es un talento exclusivamente mexicano, pero es un talento muy mexicano. Me refiero al arte de aparentar que gobiernas, un arte que, bien ejecutado, te permite pasar de sexenio en sexenio sin cansarte, ni caer en esa desoladora tierra de nadie que es estar fuera de la nómina.

Esta reflexión viene de las imágenes reiteradas de “operativos en el transporte público” que nos han ofrecido recientemente los medios. ¿Cómo aparentar que haces algo contra la inseguridad? Lo primero es, por supuesto, aplicar el término “operativo”, de uso universal, a la puesta en escena de tu elección, y repetirlo en boletines y ruedas de prensa.

En este caso, la puesta en escena consiste en mandar unos policías con perros a un “paradero” y, sin respeto alguno a garantías individuales, derechos humanos o cosa parecida, ponerlos a catear a algunos de los ciudadanos que se van a subir a las camionetas, o sea, sometes a una situación francamente desagradable a las mismas personas que, o ya sufrieron o van a sufrir un asalto.

Muy importante: en el boletín no pones “catear”, sino “revisiones aleatorias”.

No hace falta un doctorado en seguridad pública para entender que el ejercicio, además de violento con la ciudadanía, es inútil, porque el transporte público tiene paradas, y la norma es que los asaltantes, pistola en mano, se suban en la primera, un par de kilómetros más delante de la base, donde no hay policías. Los números ahí están. Eso sí, el asalto quedará grabado en la cámara que alguien decidió que era obligatorio poner en la camioneta.

Cámaras que tampoco han servido para nada, salvo para proveer de una cantidad infinita de videos, todos igualitos, a medios y redes.

Pero no son nada más los asaltos. La manera más antigua de falso gobierno es la ley seca. ¿Que tratas a los ciudadanos como niños, que jodes a los negocios que dependen legítimamente del alcohol, que la violencia ahí sigue, que la gente hace compras de pánico e igual se pone pedísima y se apelotona en calles y plazas? Pues sí, pero qué flojera pensar en soluciones reales: mejor decretas ley seca y te vas a Tepoz para el puente.

Hay, claro, una versión pandémica del operativo y la prohibición alcohólica. 600 mil muertes después, no hace falta gastar en vacunas para los niños o en pruebas de COVID. Mejor pones en la puerta a un poli con un termómetro en una mano, un bote de gel en la otra y un tapete con cloro ennegrecido a sus pies, todo perfectamente inútil.

Lo importante es que el boletín no diga “poli con termómetro”, sino “cerco sanitario”.

Claro que, si aparentar que gobiernas es un arte, los mexicanos tenemos la oportunidad de aprender, día con día, durante dos horas, de nuestro Picasso. Digo: mañanera, desayuno, siesta, inauguración y al beis, con viaje a Nayarit el sábado, y ¡bum!: la popularidad arriba de 60%.

POR JULIO PATÁN

COLUMNISTA

@JULIOPATAN09  

MAAZ