SALTO CUÁNTICO

La UNAM, en la boca del lobo

La pandemia por COVID-19 destapó la cloaca de problemas que ya se tenían en el aprendizaje y ahora son cada vez más evidentes en el SEM

OPINIÓN

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Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Tal parece que el presidente Andrés Manuel López Obrador no busca a quien se la hizo, sino quien se la pague.

Sus recientes declaraciones (realizadas la semana pasada) contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) son infundadas. Ahora resulta que la máxima casa de estudios es individualista y defensora de proyectos neoliberales, según las palabras del mandatario federal.

¿Hace cuánto que AMLO no entra a la UNAM o toma una de sus clases?, el presidente es egresado de la propia UNAM (1973-1976) de la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública, así que hace mucho, pero mucho tiempo, que dejó esta institución en la que tampoco se ha parado ahora como presidente de México.

El mandatario habla por hablar, eso es lo que más ha hecho desde que tomó la presidencia en 2018. Hablando específicamente sobre la educación en el país, el gobierno mexicano tiene un gran reto, no sólo en la educación básica, sino en la renovación de todo el Sistema Educativo Mexicano (SEM), pero de eso no dice nada, esconde lo que su gobierno no ha logrado con los errores de los anteriores, qué fácil.

No se trata sólo de una institución, aunque es más fácil criticar a uno que a varios, pero si hay que hablar de críticas debería comenzar por su secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, quien simplemente pasará desapercibida en ese cargo.

Claro que los tiempos han cambiado y que sin duda la calidad educativa en todos sus niveles ha decaído, pero decir que la UNAM ya no genera los cuadros de profesionales para servir al pueblo como lo hacía antes es un tanto peligroso. Casi todos conocemos a alguno de sus egresados. México está lleno de egresados de la UNAM. De hecho, en la mayoría de los empleos generalmente nos encontraremos con un ‘puma’ de hueso colorado, gritando su Goya, orgulloso de ser.

El presidente está equivocado, pero no sólo por lo que critica hacia la UNAM, sino porque vemos que su gobierno es lejano a la educación de los mexicanos. La pandemia por COVID-19 destapó la cloaca de problemas que ya se tenían en el aprendizaje y ahora es cada vez más evidente que el SEM requiere de cambios sustanciales para que, en un país como este, tengamos esos cuadros de los que tanto habla AMLO, pero que no sólo vengan de la UNAM, sino de todas las instituciones públicas y privadas.

“Ya no hay los economistas de antes, los sociólogos, los politólogos, los abogados, ya no hay derecho constitucional...”, dijo López Obrador la semana pasada. Pues es lógico que ya no haya lo de antes, los tiempos cambiaron, los métodos educativos también, y por supuesto que las juventudes son muy distintas a las de antes, pero eso es algo natural, es parte del desarrollo, del crecimiento, del cambio de mentalidades, es parte natural del proceso social. Preocupa que el Presidente no comprenda esto.

Y a los del Poli (Instituto Politécnico Nacional, IPN), ¡aguas!, no vaya a ser que ahora también la agarre contra ustedes.

POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84

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