La semana anterior se presentó una discusión intensa en la Cámara de Diputados por la aprobación de Ley de Ingresos. Los diputados acordaron no incrementar ni establecer nuevas contribuciones, por lo que se mantiene el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador de no aumentar los impuestos durante su mandato. Al mismo tiempo, el Presidente informó que la recaudación se incrementó 5.8% este año, lo cual obedece a dos motivos principales: el combate a la evasión fiscal y a que ya no hay privilegios fiscales, es decir, no se permite la condonación de impuestos para los empresarios o las grandes corporaciones.
A propósito de lo anterior, el mandatario comentó la semana anterior sobre el caso de la conductora Inés Gómez-Mont, quien junto con su esposo, Víctor Manuel Álvarez Puga, enfrentan acusaciones de evasión fiscal y lavado de dinero y señaló que ya no hay privilegios para nadie, al tiempo que recordó otra anécdota, en la que habló con un empresario estadounidense cuya empresa debía 10 mil millones de pesos, y que ofreció entregar unas despensas, oferta que el mandatario rechazó y le respondió que debían de pagar o la situación se volvería penal.
Con este antecedente, se pensaría en que el Presidente es una nueva versión de Robin Hood, quien le quitaba dinero a los ricos para dárselos a los más pobres. Aunque no creo que este sea el caso. Si bien comparte causas con el forajido inglés del siglo 17, como ser un paladín de las causas de los más necesitados —resumido en el slogan, por el bien de todos, primero los pobres—, lo cierto es que su intención es incrementar la riqueza nacional y las oportunidades para todos, sin distinción de la clase social.
Prueba de ello es que los programas sociales del Presidente también favorecen a los que no necesariamente son los más pobres, ya que su cobertura es universal, es el caso de la pensión del bienestar y la beca universal para estudiantes de educación media. Esto a su vez, rompe con la idea de que los más pobres son los que lo apoyan y que por eso mantiene elevados niveles de popularidad. Para ejemplificar lo anterior, el programa de pensión del bienestar, el cual abarca más de 8.3 millones de beneficiarios, y se reparte por igual en todos los estratos sociales, es el mismo caso de las becas Benito Juárez.
De a poco se está logrando que la tributación sea cada vez más equitativa y que sea más eficiente para cubrir el Presupuesto de Egresos, y esta nueva distribución permite continuar con los programas sociales. No sólo ello, las instituciones de seguridad también se verán beneficiadas con el incremento recaudatorio, ya que AMLO anunció que 50 mil millones irán para reforzar a la Guardia Nacional, y con ello, mejorar la seguridad de todos los mexicanos.
DE SALIDA
Con la ampliación del programa de pensiones del bienestar para las personas mayores de 65 a 67 años se espera que se incorporen 2.3 millones de beneficiarios, y el mandatario ha prometido que para 2024 será el doble de lo que se está entregando actualmente.
Me despido con la siguiente frase: “Levántate una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones”: Robin Hood.
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
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