CAMPUS

Termómetro social

Hoy –y especialmente en América Latina- hay un desencanto con las democracias liberales que, si bien han elevado el bienestar de los individuos

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hoy –y especialmente en América Latina- hay un desencanto con las democracias liberales que, si bien han elevado el bienestar de los individuos, no han logrado eliminar la desigualdad social. El liberalismo y en particular la democracia -a los ojos de la mayoría- han fracasado en la generación de sociedades igualitarias y en distribuir el ingreso de manera equitativa. La crisis sanitaria y la recesión que la acompaña ha acendrado este sentimiento antidemocrático.

De acuerdo al Coneval, hay en México 71 millones de pobres por ingreso versus 61 millones que había en el 2018. Asimismo, hay un incremento de casi 11 millones de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema, es decir, uno de cada cuatro mexicanos se encuentra en la pobreza extrema de acuerdo a sus ingresos.

El más reciente levantamiento de latinobarómetro evidencia que los mexicanos tenemos una gran proclividad por los regímenes autocráticos y por los populismos autoritarios con liderazgos unipersonales. El apoyo a la democracia ha decaído de 63% en 2002, en el clímax de la larga noche neoliberal, a 43% en el 2020. Solo el 33% de la población está satisfecho con el pluralismo.

El 22% de los mexicanos cree que un régimen autoritario puede ser preferible que uno democrático y solamente un 55% se opone a un régimen militar bajo cualquier circunstancia. Sorprende que esta indiferencia al tipo de gobierno prevalece entre la población mas joven y de clase media y alta.

Llama la atención que el 40% de los encuestados en México se incline por que el presidente –en casos extraordinarios- tenga el control de los medios. Y a pesar de la narrativa obradorista solo el 23% de los que respondieron la encuesta opinan que se gobierna “para el beneficio del pueblo”.

En el 67% de los respondientes está acendrada la idea de que se gobierna para las élites y los poderosos. De los que respondieron la encuesta solo el 22% considera que la distribución de la riqueza es equitativa y en el colectivo imaginario el poder lo ostenta el gobierno (75%) versus el 33% que considera que lo tienen las empresas. La pandemia y el narcopopulismo obradorista ha trastocado aún mas las redes sociales en México.

La confianza interpersonal apenas llega al 18% mientras que en los países escandinavos es de 70%, por ejemplo. El 49% de los que participaron en el estudio demoscópico opinan que hay mas corrupción.

A pesar de la aplanadora obradorista la oposición no puede renunciar a la defensa de las instituciones liberales. La estridencia morenista se va a exacerbar en lo que resta del sexenio. La oposición tendrá que regresar al mérito y al esfuerzo al discurso público.

Los estudios de opinión sugieren una narrativa posiblemente exitosa y atractiva para un amplio segmento de la población que se centre en la erradicación de la pobreza con base en la generación de empleo, la contención del narco populismo y al mérito como el motor de la movilidad social.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY
POLITÓLOGO
@AECHEGARAY1

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