Hace unos días, el Foro Económico Mundial presentó su reporte global de competitividad. En esta ocasión, en vez de los rankings a los que nos tiene acostumbrados, la organización publicó una edición especial enfocada en valorar cómo avanzan los países hacia la recuperación de la crisis económica de 2020.
Se trata de un balance de qué tan preparadas están las economías y qué avances presentan en la incorporación de objetivos de integración social, ambiental e institucional.
Como era de esperarse, México reprobó. Con una puntuación de 46.9 de 100, nuestro país se ubicó en el decil más bajo de 37 naciones evaluadas en cuanto a su preparación para la transformación económica se refiere.
Quedamos por debajo de la media en once de las once prioridades definidas en el ejercicio del Foro Económico Mundial. Veamos cinco ejemplos de estas prioridades y decisiones del gobierno actual que han contribuido en la baja calificación del país.
• Garantizar instituciones confiables para los ciudadanos, con principios sólidos y con visión de largo plazo. México obtuvo 49 de 100 puntos. El ejecutivo ha vulnerado la independencia del poder judicial, atacado a organismos autónomos y ha puesto en práctica su máxima de “al diablo con las instituciones”.
• Mejorar la infraestructura para acelerar la transición energética. 54.5 puntos de 100. El gobierno detuvo las subastas eléctricas, que ya atraían inversión privada para avanzar hacia una matriz energética más limpia. Se ha optado por construir una refinería costosa y contaminante, así como por revivir las carboeléctricas. Esto ni siquiera ayuda a mejorar el servicio, pues ahora se experimentan apagones que no sucedían en décadas.
• Ampliar la infraestructura y acceso a la salud para las personas. 36.1 de 100. El gobierno canceló el Seguro Popular, el esfuerzo histórico más grande del país para lograr la cobertura universal de salud. También ha tenido dificultades para lograr las vacunaciones de cada año, así como la provisión de medicamentos a niños con cáncer, por no mencionar que tenemos uno de los peores manejos de la pandemia en el mundo.
• Facilitar la creación de “mercados del mañana” especialmente con colaboración Público-Privada. 35.7 de 100. El gobierno se ha empeñado en marcar distancia entre lo público y lo privado, salvo cuando haya un vínculo familiar o utilidad política que beneficie al titular del ejecutivo o de su grupo de poder. En general, ha optado por la vía estatista con un viejo discurso de “soberanía”.
• Incrementar los incentivos para dirigir los recursos financieros hacia inversiones de largo plazo. 49 de 100. La inversión no es una prioridad del régimen, ha dado prioridad a la militarización en el desarrollo de sus proyectos y no ha compensado con recursos públicos las inversiones privadas que ha ahuyentado. Se ha propuesto generar incertidumbre para la inversión, y lo ha logrado.
¿Qué hacer ante este panorama?
Primero, hay que reconocer que lo que está en juego en las elecciones de este año, es el presente y el futuro de México. El gobierno actual ha sido un desastre por donde se le mire y es necesario frenar su paso de destrucción nacional.
Segundo, tener claro que la inversión física y la inversión en capital humano son el camino para reducir la pobreza, abatir la crisis económica y sentar las bases para el desarrollo de nuestra economía.
Tercero, estamos viviendo las consecuencias del cambio climático y es urgente transitar a un modelo de desarrollo humano sustentable, que pasa por una aceleración de la transición energética.
Cuarto, es fundamental defender las instituciones que funcionan, reconstruir las que han implotado y establecer una agenda de construcción de las instituciones del siglo XXI para México.
Fausto Barajas
Especialista en infraestructura
@FAUSTOBARAJAS