A pesar de que la pandemia del COVID-19 “ya estaba domada” desde hace varios meses, a pesar de que el canciller Marcelo Ebrard le hizo saber al Presidente que “había cumplido su misión” al comprar millones de vacunas que empezaron a aplicarse desde hace un par de semanas, el coronavirus sigue cobrando miles de muertes y contagios, alcanzando estos últimos a López Obrador.
No pasa nada, no hay que alarmarse por el virus, el cubrebocas no sirve para nada, y otras tantas estulticias dijeron desde hace casi un año los funcionarios del sector Salud responsables de diseñar la estrategia, es un decir, para combatir el virus. La mentira, el engaño, las falsas expectativas que durante meses han vendido a la sociedad han contribuido, por un lado, al deterioro de la imagen de la 4T, y por el otro, a una falta de credibilidad en el gobierno federal pocas veces vista en la historia política reciente. A pesar de ello, las cosas siguen pintando bien desde el acrítico punto de vista de sus integrantes, desde su visión color de rosa.
Te podría interesar
Harían bien los funcionarios en observar mejor la realidad y aceptar que en muchas áreas, empezando por la de la salud, son incompetentes, en lugar de rechazar a los críticos de su trabajo.
Hay que recordar que no han existido mejores ni más útiles aguafiestas en la historia de la humanidad, que aquellos de la antigua Roma, cuya función era caminar detrás de los poderosos y orgullosos generales en los desfiles de la victoria, y de vez en cuando acercarse a ellos para decirles en voz baja dos palabritas al oído: “Memento mori”. La contundente frase latina significa en traducción literal: “Recuerda que morirás”, aunque en forma laxa puede extenderse su interpretación a una idea más amplia: Recuerda que eres mortal, que no eres Dios, que eres humano. La pandemia del COVID-19 ha puesto a cada uno en su lugar.
•••
AGENDA PREVIA
Una vez que la Comisión Federal de Incompetencia Económica, bueno, la Cofece, hizo oficiales las multas a diversos bancos que operan en México por prácticas monopólicas absolutas en el mercado secundario de valores gubernamentales, Banco Santander, prácticamente le respondió: Al diablo. “No aceptamos las imputaciones”. Anunciaron que van a recurrir a los tribunales federales para combatir legalmente esa determinación, porque, argumentan, ellos no participaron en dichas prácticas, ni obtuvieron beneficio alguno. Más aún, prácticamente califican a ese órgano regulador de mentiroso y desinformado.
Los de BBVA México fueron más moderados en su reclamo al decir oficialmente: “Tenemos una interpretación diferente a la que la Cofece ha llegado en las conclusiones que ha hecho públicas con su resolución, misma que respetamos y que seguiremos analizando con profundidad, incluyendo los siguientes pasos que deban darse tras este anuncio…”. ¿De qué sirve un órgano regulador al que nadie, ni el Presidente de la República, respeta?
POR LUIS SOTO
LUISAGENDA@HOTMAIL.COM
@LUISSOTOAGENDA
Si necesitas asesoría en cuanto a pruebas para la detección de COVID-19, envía un WhatsApp a JLN Labs (55 3026 0609) y agenda tu cita para que te visiten a domicilio y te hagan la prueba.