COLUMNA INVITADA

Hawking y la seguridad pública

Bien se haría que los modelos con buenos resultados en materia de seguridad sean imitados

OPINIÓN

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Manelich Castilla Craviotto / Colaborador / Opinión El Heraldo de México

Stephen Hawking fue de las mentes más brillantes de los últimos tiempos. En “Breve historia de mi vida”, deja constancia de las razones que lo hicieron merecedor del respeto de la comunidad científica y millones de seres humanos alrededor del mundo.

“Si entiendes cómo funciona el universo, en cierto modo lo controlas”, decía. Su pasión por el estudio de los agujeros negros llevó a conocer que ni la luz puede escapar a su enorme fuerza gravitatoria, lo cual revolucionó por completo la forma de analizar los fenómenos físico-cuánticos.

En su lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica, demostró que no existen límites cuando se tiene pasión por aquello que se hace. Enseñó también que los más complejos fenómenos pueden explicarse de forma asequible. “Hoy en día me preocupa más tener razón que ser razonable”, mencionó a propósito de un ensayo escrito en 1973, en el que quiso dejar testimonio de su conocimiento, a grados de ser ininteligible. Él mismo aconsejó no leerlo.

Quisiera creer por un momento que Hawking se hubiera interesado por la seguridad pública. ¿Cuáles hubieran sido sus aportaciones? ¿Qué influencias o planteamientos estarían hoy plasmados en la política criminal de países como México?

En principio, imaginemos trasladar a la seguridad su teoría de lo que sucede con la información que ingresa a un agujero negro. Refiere, a diferencia de lo que pensaban otros científicos, que la información que logra escapar de un agujero negro, simple y sencillamente es información inútil, puesto que ésta se destruye absolutamente al paso de esta fuerza gravitatoria. Es como tener una enciclopedia y prenderle fuego. 

En seguridad, la falta de continuidad en procesos y estrategias se asemejan a este fenómeno, puesto que periódicamente la experiencia acumulada no resiste la fuerza del cambio por razones particularmente políticas. De esta forma, no importa la calidad del trabajo y los resultados que se hayan obtenido, la posibilidad de que una nueva administración ejerza el efecto de los agujeros negros, hará que se pierdan esas aportaciones en detrimento de la seguridad y comenzar nuevamente de cero. 

Muy probablemente, Hawking hubiera establecido lineamientos, protocolos, fórmulas, para que toda mejor práctica se mantenga y trascienda, evolucionando y mejorando aquellos aspectos que la realidad imponga.

Su obra “Breve historia del tiempo” fue un éxito desde el propio título, dando pie a muchos científicos o escritores a realizar trabajos sobre “breve historia” de cualquier cosa, (incluso del tornillo), Hawking dijo que “la imitación es la forma más sincera de halago”.

Traducido a la seguridad, qué bien haría que los modelos con buenos resultados en materia de seguridad sean imitados en beneficio de la ciudadanía y no reinventados por la ocurrencia en turno.

Mucho se debe aprender de la ciencia y sus máximos exponentes en aras de modelar el esquema de seguridad que anhelamos.  Sirva este pequeño ejercicio como muestra de ello y, a la vez, como invitación a recordar la obra de Stephen Hawking, ejemplar desde cualquier ángulo.

 

POR MANELICH CASTILLA CRAVIOTO
COLABORADOR
@MANELICHCC