COLUMNA INVITADA

Del condón al cubrebocas

¡Urge integrar círculo médico para enfrentar la pandemia! El tiempo apremia

OPINIÓN

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Diego Alcalá Ponce / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

A Inocencia Sam Alcalá por sus 100 años de vida; tan lúcida como siempre. (genética china) ¡Felicidades Tía Chata!

Así como el condón llegó para quedarse, el cubrebocas ha iniciado también ese largo camino que por casi 40 años lleva ya ese “incómodo”, pero útil preservativo sexual. Y al igual que el condón, al que muchos le hacían “fuchi”, porque además de “estorboso”, -por aquello de las prisas-atentaba contra la virilidad del macho y hasta el derecho a decidir, le hacen también el“feo” porque no lo creen necesario. Sin embargo, el tiempo, y los funestos resultados mortales por la pandemia, están obligando, a “regañadientes”, a usarlo regularmente, aunque no se quiera. Llevará tiempo y costará trabajo convencernos de su eficiencia, pero, por lo pronto, no queda más que ponérselo, aunque se esté vacunado.

Aunque el condón no es de uso diario, ni para todos, y tampoco hay que traerlo puesto, -por si acaso- es, sin embargo, la mejor arma efectiva y conocida hasta ahora para evitar el contagio del peligroso SIDA (VIH). Aunque costó, y sigue costando trabajo aceptar su uso, es de lamentar que hay quienes creen todavía que el SIDA ya no existe o es cuestión de mala suerte. Lo mismo que el COVID-19, la curación de las enfermedades está en las manos de, además de las de Dios, en las de los médicos y en las nuestras. El SIDA y el COVID-19 no son cuestión de suerte, sino de vida o muerte ¿Por qué no lo reconocemos y aceptamos así?

Sigue siendo un misterio cómo pudo la enfermedad del VIH traspasar la barrera de las especies. La teoría más aceptable es que no se contrajo entre personas que comieron carne de chimpancés infectados. Basándose en cálculos científicos sobre el tiempo que tardan las distintas cepas del VIH en evolucionar, se cree que el origen del virus en humanos data de los años 30. Casi 40 años después de su aparición, el VIH sigue presente en todo el mundo y todavía no hay vacuna para detenerlo. El virus del VIH es un retrovirus que funciona diferente a otros. El último informe de ONUSIDA sobre la epidemia mundial de SIDA muestra que los objetivos de 2020 no se cumplirán debido a un éxito profundamente desigual; COVID-19 arriesga desviar los avances en VIH fuera de curso.

Amable lector: huelga señalar, o recordar, cuál es la situación por la que estamos atravesando. Lo que sí debemos tener presente, es que, si no se actúa decidida y responsablemente, y de seguir las cosas como van, dentro de un año-ya llevamos uno-el país será otro México, sobreviviendo a la Tercera Guerra Mundial y tratando de seguir luchando contra un enemigo invisible. Nuestra familia, si alguien queda, será otra, -desafortunadamente algunas ya lo son; parecerá un chiste macabro, cruel, espantoso por lo que puede pasar, o, mejor dicho, ya está sucediendo. Tal como lo hemos advertido, estamos en riesgo de quedarnos sin médicos, sin hospitales, sin enfermeras, (Brasil corre el riesgo de quedarse sin jeringas)sin escuelas, sin empresas, sin trabajo, sin salud y,por último, sin vida. Lo repetimos: no es mal presagio, sino la pandémica realidad que ya estamos viviendo.

El problema es tan grave, que no nos queremos dar cuenta de las afectaciones socioeconómicas y sanitarias que está ocasionando. De ahí que ya no solo se trate de no contagiarnos y evitar más muertes, sino también de corregir y reorganizar todo aquello que ha estado mal y que esta pandemia vino a poner al descubierto nuestras carencias y deficiencias. Aquí, como lo hemos señalado, ya no cabe más la política, sino el arduo trabajo coordinado por las autoridades y los profesionales de la salud para integrar ese círculo médico que se aboque a buscar el remedio para este mal y a instrumentar todo un programa de salud preventiva para que, en lo futuro, no nos sorprenda como ahora. No se puede, ni se debe, improvisar o suspender los servicios médico-sanitarios ordinarios para atender a los urgentes por falta de planeación y prevención en el sector más importante de la vida nacional.

Del Hospital de Zona 24 del IMSS, nos escriben lo siguiente: “Nuestro compañero, el Dr. Marcos Cuauhtémoc Rojas Rosales, Jefe de Urgencias, falleció a consecuencias de Covid-19. El director del hospital se encuentra internado por lo mismo.

 

POR DIEGO ALCALÁ PONCE
COLABORADOR
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