Ha tenido muy buena recepción la noticia sobre las últimas recomendaciones que derivan del plan de la Organización Mundial de la Salud que ha sido distribuido a los 194 estados miembros recién para el acceso a la vacuna que prevendrá la extensión de la pandemia por COVID-19. El objetivo sería contar con el acceso equitativo a una vacuna que sí proteja.
Se conoce que a la fecha cerca de 165 países ya han confirmado su interés en participar en el mecanismo internacional en coordinación con organismos multilaterales regionales. Se calcula que cerca del 60 por ciento de la población mundial podría ser cubierta con este esfuerzo de vacunación global.
75 de 165 países ya anunciaron su interés de apoyar financieramente, informó la OMS. Cerca de 90 países pudieran ser sujetos de apoyo, por contar con menos recursos económicos o de salud suficientes para enfrentar el problema con un fondo global para el financiamiento del gran esfuerzo.
En América Latina y El Caribe la posición predomina a favor de la nueva herramienta de salud internacional conocido como COVAX que ya cuenta con el respaldo de más de 60 países, que incluyen a Argentina, Brasil y México, así como una buena parte de los países de la región mesoamericana y del resto de la región.
La Organización Panamericana de la Salud ya ha planteado que diez países de la región de las Américas, entre ellos El Salvador, Haití, Honduras y Nicaragua, tienen las condiciones para recibir ayuda financiera de esta iniciativa y que al menos una decena expresó ya su interés de unirse.
Los países que participen en la iniciativa compartirán soluciones ante los riesgos y límites que existen y que se encuentran asociados con el desarrollo de las vacunas, como el financiamiento y de falta de acceso, por lo que apoyarán en financiamiento, participación en la fase experimental, producción, distribución y acceso general a la vacuna.
Con el nuevo mecanismo, se buscará inicialmente lograr una distribución de las dosis de manera proporcional a las poblaciones de los países priorizando inicialmente a los trabajadores de la salud y la cobertura de 20% de la población, comenzado con la más vulnerable. Por su parte, en países como México, Colombia, Costa Rica y Guatemala están desarrollando soluciones para la prevención y atención de los enfermos, como la que desarrollan con universidades al interior de la región de las Américas, junto con los esfuerzos interregionales.
En la región se está adoptando una estrategia dual. Participar en la iniciativa global y por las vías bilaterales de cooperación con otros países. Sin duda, este nuevo tejido global resultará en un gran beneficio para la población, al mismo tiempo que para la gobernanza, cerca del momento de inicio de una nueva etapa de deliberaciones y toma de decisiones en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
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@GUADALUPEGONZCH
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