No ha habido en Barcelona mesa de terraza en al que, en estos días, no se estuviera hablando de la posible salida de Lio Messi del Barça como una gran tragedia nacional.
Un burofax lo hizo oficial o, digamos, evidenció por escrito el deseo de abandonar a su muy querido equipo y, a partir de ello, un escándalo mediático sin tregua para el futbolista.
Llámenme sentimental, exagerada, “drama queen”, pero yo no pude evitar que me escurrieran las lágrimas viendo la entrevista en la que el mejor futbolista del mundo rompió su silencio para ratificar que permanece en el equipo blaugrana.
En 18 minutos Messi confiesa sus razones para haber tenido la intención de “hacerse a un lado” y seguir otro camino. Yo en sus palabras veo un clarísimo subtexto de cómo esas razones obedecen puramente a un estado emocional y no técnico, y mucho menos económico ¿Por qué? Porque, tomando en cuenta que está en sus últimos años profesionales, él quería vivirlos feliz y, según dijo, este último año no había encontrado la felicidad en el club de su vida.
“Me quería ir y creo que estoy en todo mi derecho…Me voy y me cuesta muchísimo pero pienso en mí y en mi futuro” dijo el delantero justificando lo que lo llevó a pensar en cambiar de camiseta. Y habló del dolor que le causó que, por pensar en él y su futuro, hayan corrido ríos de tinta dudando de su “Barcelonismo”, o bien publicándose que se había puesto en contra del club.
[nota_relacionada id= 1229353]¡Qué días para Messi! ¡Claro que está en todo su derecho de decidir lo que considera mejor para su futuro y el de su familia! ¡Claro que puede sentir inquietud de portar otro uniforme si el que ha llevado por 20 años ya no llena sus expectativas profesionales! Sus inquietudes no tienen absolutamente nada que ver con el agradecimiento por un club por el que, como él dijo, “Me dio todo y yo también di todo por la camiseta” ¡Qué afán constante de confundir la gimnasia con la magnesia! Y no, ninguno tenemos derecho a cuestionar, ni sus motivos, ni sus formas porque solo él y el club saben realmente lo que pasa entre ellos.
Yo pienso en su dolor, después de la humillante derrota del Barça en la Champions con ese lamentable 8-2, y encima tener que aguantar todo este follón contractual que lo aleja de aspiraciones profesionales en sus últimos años de carrera, todo bajo el escrutinio público, y lo quiero ir a abrazar ¡En serio!
Sentado en una silla rodeado de un fondo blanco impoluto, no me impone su figura como el mejor jugador del mundo de todos los tiempos. Lo veo como persona, como esposo, como papá que lo está pasando malísimo y eso es lo que peor me sabe de que Messi haya querido irse del Barça.
“Yo nunca iría a juicio contra el club de mi vida” sentenció Messi y se quedó en el Barça ¿Podrán ambos volver a ser como antes? [nota_relacionada id= 1218246]
POR ATALA SARMIENTO
COLUMNAS.ESCENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ATASARMI
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