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¿Y el presupuesto?

El 2021 será sin duda un annus horribilis debido a la pandemia y a su inadecuada gestión

OPINIÓN

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Ahora que ya inició el periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión correspondiente al tercer año de la 64 Legislatura, tanto el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, como los legisladores enfrentarán uno de los más grandes retos de los últimos años: lograr un paquete económico que mantenga el funcionamiento del país. 

Lo que para otros años era un trabajo arduo, pero de cajón, el establecer un Presupuesto de Egresos con base a una Ley de Ingresos que poco se puede mover, ya que 95 por ciento de los recursos están etiquetados, hoy es un motivo de gran preocupación por las variables que tenemos enfrente: pérdida de crecimiento económico y la propia atadura de manos que el gobierno de López Obrador ha determinado. 

Desde la administración de Enrique Peña Nieto el gasto general de país rebasó los cinco millones de millones de pesos, pero su origen estaba perfectamente establecido: la recaudación, la renta petrolera, la industria turística, los dividendos de la inversión extranjera por medio de proyectos productivos y de coparticipación energética a través de la reforma en la materia, entre otros. En este 2020, que será recordado como un annus horribilis por la pandemia de COVID-19, cayó la recaudación a niveles no vistos desde la Gran Depresión, debido a la quiebra de decenas de miles de empresas y la pérdida del empleo de centenares de miles de mexicanos; también hubo salida de capitales extranjeros debido a la impericia en la toma de decisiones que garanticen certeza a los inversionistas. 

Recordemos que la cancelación del NAIM, en Texcoco, envió la peor señal al mundo; un país que cancela la construcción del más grande hub aeroportuario, es capaz de todo. Si sumamos a este escenario la advertencia de Arturo Herrera, secretario de Hacienda, que para 2021 se habrán acabado los guardaditos y la consigna de López Obrador a los senadores de su propio partido, de que no habrá aumento o creación de nuevos impuestos, además de no recurrir al endeudamiento, el pronóstico para el año que entra es de total incertidumbre. 

¿De dónde va a sacar el gobierno de la Cuarta Transformación el dinero para operar? Deje usted las nuevas asignaciones presupuestales, ¿de dónde sacará el presupuesto etiquetado? ¿De la venta de cachitos de lotería para la no rifa del avión presidencial? ¿De las remesas internacionales? ¿De
las afores de todos los mexicanos? De donde usted me diga, no alcanza. Debemos estar preparados como ciudadanos y familias con ahorro, mucho ahorro, para enfrentar un 2021 aún peor que 2020.


Corazón que sí siente

En las oficinas gubernamentales los trabajadores denuncian que les están pidiendo aportaciones económicas voluntariamente a la fuerza para apoyar al gobierno, además de comprar los inútiles billetes de lotería. Sólo la
denuncia ciudadana detendrá este despropósito.

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POR JESÚS MARTÍN MENDOZA
JESUS.MARTIN.MENDOZA001@GMAIL.COM 
@JESUSMARTINMX

mavr / eadp