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Sociedad civil

La vitalidad de estas instituciones es fundamental para evitar el abuso

OPINIÓN

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Cuando se habla de la sociedad civil nos referimos a ese conglomerado heterogéneo de instituciones representativas de los diversos intereses particulares presentes en determinado Estado. 

A diferencia de los partidos políticos, que se asumen como abanderados de propuestas públicas y, por lo tanto, políticas, las diversas organizaciones del ámbito de lo civil se sitúan fundamentalmente en la defensa de intereses ciudadanos o causas específicas de grupos interesados en defender una determinada bandera.

Grupos de defensores de derechos humanos, ecologistas, promotores y opositores del derecho de la mujer al aborto y cientos de activistas en distintos temas, así como organismos sindicales y patronales entre otros, expresan sus demandas a la espera de que el poder político satisfaga, de una u otra forma, sus peticiones. 

En la transición entre modelos autoritarios y democráticos, asociaciones de este tipo han jugado un papel determinante como impulsores de los  proyectos destinados a darle voz a los ciudadanos y limitar el poder político de los gobernantes

La democracia mexicana no se explica sin la presencia de estos grupos impulsores de las reformas políticas que permitieron la alternancia y la organización de elecciones libres y legales.

La represión contra los movimientos de sindicalistas, médicos y estudiantes, en la época del priismo hegemónico, demostró hasta qué punto este tipo de expresiones de la sociedad civil eran incompatibles con un régimen intolerante y antidemocrático. Por eso indigna la andanada en contra de organismos como Animal Político, México Evalúa y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, o la revista Nexos.

En la misma línea de desacreditar al INE, al INAI, al IFT, y hasta al Banco de México y su titular, Alejandro Díaz de León, López Obrador manifiesta abiertamente su rechazo a aquello que, desde la sociedad civil o los órganos autónomos de gobierno, represente cualquier tipo de cuestionamiento a la 4T. 

La vitalidad de estas instituciones es fundamental para evitar el abuso de poder y la centralización total del mismo. 

En la lógica gubernamental, la sociedad civil fue igualmente corrompida que el Estado mexicano en su conjunto durante el neoliberalismo, y por ello hay que desaparecerla y convertirla en un apéndice de la Cuarta Transformación. 

Este proceso regresivo nos llevaría de forma inmediata al pasado del presidencialismo absoluto donde toda acción desde la sociedad civil debería estar controlada por el gobierno.

Aunque hay quien insiste en que la historia no se repite, su imitación puede resultar peor que el original. [nota_relacionada id=1211493]

POR EZRA SHABOT
EZSHABOT@YAHOO.COM.MX 
@EZSHABOT
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