Haz tu denuncia aquí

Morena y su corrupción política

OPINIÓN

·

La elección de presidente y secretario general de Morena, cuyos finalistas se conocerán este jueves 1 de octubre y los ganadores diez días después, tiene ya como epicentro el poder del dinero y la maldita corrupción que Andrés Manuel López Obrador se comprometió a extirpar.

         En la forma y en el fondo, la disputa por estos dos cargos que serán definidos por tres firmas encuestadoras contratadas por el INE, en cumplimiento de una sentencia de los jueces, tiene que ver con la concepción que cada facción de ese partido tiene del peso de las ideas y de los recursos económicos para hacer política.

         Y no es un asunto que concierne sólo a Morena, sino al poder público y a la sociedad: Hay funcionarios del Ejecutivo federal, estatales y municipales involucrados, pero también del Poder Legislativo, diputados, senadores y locales, cuyo desenlace gravitará en la autoridad moral y política del gobierno de López Obrador y de su partido ante la corrupción.

         Esta lacra ya tocó el círculo presidencial con Pío López Obrador y, por más que el dinero que recibió de David León haya sido un donativo para “el movimiento”, el mensajero tiene el sello del turbio exgobernador Manuel Velasco.

         El solo hecho de que la elección de sus principales dirigentes sea organizada por manos ajenas a Morena es justamente un fracaso de la política en este partido, incapaz de gobernarse a sí mismo, y sin reglas ni límites en el gasto los ganadores serán producto, en buena medida, del dinero que inviertan para ser conocidos.

         Es un esquema de elección perverso, de inequívoca corrupción política, y sólo es atribuible a Morena: Es tan ostensible el gasto de propaganda de los candidatos, sobre todo del diputado Mario Delgado y la red de políticos que lo impulsan, que la austeridad es chapuza, porque además no hay obligación de informar sobre el monto y el origen de los dineros.

         No compro en automático y por entero la acusación de Porfirio Muñoz Ledo de los “cañonazos millonarios”, de dentro y de fuera de Morena, para orientar los fallos de los magistrados del TEPJF en beneficio de Delgado, pero no pudo haberlo dicho sin manchar o tiznar la autoridad política de éste en caso de resultar ganador y perfilar a Marcelo Ebrard como candidato a suceder a López Obrador.

[nota_relacionada id=1260999]

         Tampoco me fío por completo de las filtraciones, incluidas las que atribuyen a Yeidckol Polevnsky negocios y lavado de dinero de más de 400 millones de pesos, pero hay datos son puntuales sobre gastos que han sido debidamente explicados de manera pública, incluyendo el silencio de Gibrán Ramírez sobre prácticas del organismo que encabeza y que se financia con recursos públicos. [nota_relacionada id=1251879]

         Y sí: Una contienda, interna de partidos y constitucional, hace que afloren los intereses de facción y que se sobredimensionen las cualidades y los defectos de los contendientes y sus equipos, pero la falta de rendición de cuentas no abona a la democracia.

         En esta disputa por el poder en Morena proliferan los rumores, las medias verdades y las mentiras, pero también fluye información cierta sobre el uso de dinero, cuyo oscuro origen sólo puede ser producto de ciudadanos desinteresados, pero sobre todo de la corrupción.

POR ÁLVARO DELGADO
ALVARO.DELGADO@PROCESO.COM.MX
@ALVARO_DELGADO
lctl