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Presupuesto 2021, bajo la lupa

OPINIÓN

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Hoy tenemos dos tareas importantes en la Cámara de Diputados: el análisis de la glosa del segundo año del gobierno morenista y la revisión de lo que será el presupuesto del país para 2021. Ambos vienen de la mano.

Hemos constatado que en estos más de 20 meses de administración morenista, la política social no ha sido la correcta. Si así fuera, no tendríamos más de un millón de desempleados, ni la proyección de que entre 10 y 16 millones de mexicanos caerán en la pobreza tras la pandemia del COVID-19 o más de 12 millones de personas que se han quedado sin ingreso en estos últimos meses.

Por eso, al participar esta semana en la glosa de la política social subrayé que ésta no puede sintetizarse a la entrega de dinero público, que el gobierno demanda planeación, recursos y acciones viables para mejorar la calidad de vida de millones de familias.

Lo digo con conocimiento de causa, pues fui delegada federal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en mi estado Veracruz. Ahí aprendí que el apoyo económico no es lo único, ni suficiente, para poder hacer un cambio positivo en la vida de las personas, que tenemos que trabajar en muchos otros aspectos para crear círculos virtuosos.

Necesitamos, sin distingo partidista, ser factor de cohesión social, para frenar la desintegración, el conflicto, la violencia, que lacera a Chihuahua, a Sonora, a Ecatepec y a nuestro Veracruz

Tenemos que trabajar unidos para generar crecimiento económico, para que así garanticemos acceso pleno a la alimentación, a la educación, a la salud, a la seguridad social, a los servicios básicos y a la vivienda. No todo es atribuible a la pandemia que nos azota con ferocidad.

Los yerros venían de meses atrás, cuando se desaparecieron programas sociales prioritarios, pegándole a quienes más vulnerables están.

Reconocemos el esfuerzo por apoyar a las familias mexicanas, pero no bastan los discursos de buena fe, sino acciones puntuales, concretas y bien planeadas, como lo hemos propuesto en el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI), del cual soy vicecoordinadora. [nota_relacionada id= 1244383]

Por eso, en la revisión del anteproyecto de presupuesto del próximo año vigilaremos que cada peso sea bien utilizado, precisamente para subsanar esas carencias que se han recrudecido, que ya no haya más recortes a diestra y siniestra, que sólo son para dar oxígenos a obras innecesarias, a caprichos de un solo hombre.

Por eso sostengo que la política de austeridad es más suicida que sostenible,
que si seguimos por el mismo camino no tendremos resultados diferentes, sino por el contrario, agudizaremos nuestros problemas

Estamos en el momento preciso, para que como diputadas y diputados, asumamos el compromiso que tenemos en nuestras manos: revisar a conciencia el proyecto de presupuesto, sin filias ni fobias, pues es
el destino de la nación el que pende de nuestro voto.

Seamos responsables.

POR ANILÚ INGRAM VALLINES
DIPUTADA FEDERAL
@ANILUINGRAM
lctl