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Las resistencias internas a la Reforma del Poder Judicial (I)

El trabajo de los jueces da sustento a la democracia, permite una estructura de equilibrios diseñada desde la Constitución

OPINIÓN

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Para el sistema nacional de impartición de justicia llega la hora de una
gran reforma, una que se plantea con y para el Poder Judicial de la
Federación
que combata inercias arraigadas que afectan la
confiabilidad de una institución fundamental del Estado mexicano. El
trabajo de los jueces da sustento a la democracia, permite una
estructura de equilibrios diseñada desde la Constitución, aplicando
criterios ajenos al poder político. Al menos esa es nuestra aspiración
permanente.

La punta de la pirámide de esa estructura es la Suprema Corte de
Justicia de la Nación
, desde ahí se desarrolla un sistema de control
que representa la última frontera contra cualquier transgresión del
Ejecutivo y el Legislativo. Por eso para México es crucial que sus
jueces sean honestos, sensibles, independientes, objetivos y
ejemplares. De ahí la necesidad de corregir lo que no ha satisfecho a
los ciudadanos que esperan como techo mínimo de justicia, tribunales
en los que se brinde imparcialidad a prueba de cualquier tipo de
presión o tentación.

Hace unos días el ministro Arturo Zaldívar, Presidente de la Corte y del
Consejo de la Judicatura Federal ofreció una conferencia magistral
para abordar los temas de la reforma con la comunidad académica y
estudiantil de la Universidad Iberoamericana a través de una
videoconferencia que pasó inadvertida mediáticamente. Lo dicho en ese
contexto fue muy trascendente y por eso dedicaré dos entregas de esta
columna para abordarlo con mayor amplitud.

Conociendo el contexto en que la administración del ministro Juan Silva Meza al frente del Máximo Tribunal, entre 2011 y 2014 tuvo estrategias afines a las emprendidas actualmente, Zaldívar sugirió que durante la
presidencia de su antecesor, Luis María Aguilar, entre 2015 y 2018, la
institución sufrió una etapa de descomposición.

“Esta reforma se dio después de un proceso muy complicado, en donde
el Poder Judicial estaba en riesgo, deslegitimado, con una percepción
de corrupción, de derroche y de privilegios enorme”.

Comentó que en la Judicatura existen grupos que se oponen al cambio,
porque ven afectados sus intereses personales.

“El nepotismo a nivel de titulares jueces y magistrados, prácticamente
ha sido eliminado del Poder Judicial Federal, se dice fácil, pero fue una
lucha y una batalla, y seguirá siendo muy muy intensa. Hoy ya ese Poder
Judicial es distinto y en muchos sectores se reconoce que es distinto”.

Dijo que es necesario blindar a la institución con una visión de largo
plazo.

“Permite que la reforma se dé desde dentro y se blinde al Poder
Judicial de cualquier intento que pudiera haber de tomarlo o de hacer
ciertas modificaciones que pusieran en duda y en cuestión su propia
independencia”.

Sin duda, relatos frontales con revelaciones muy interesantes dignas
de analizarse.

Edictos

En la segunda entrega ofreceré las reflexiones que hizo el Presidente de
la
Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a las resistencias
de un grupo de
jueces y magistrados que cuestionan el cambio
emprendido. Hasta el próximo jueves.

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POR ENRIQUE RODRÍGUEZ
ENROMA27@GMAIL.COM
@JENROMA27

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