Haz tu denuncia aquí

Los inocentes útiles y las ONG

OPINIÓN

·

Esa es una forma de decirlo. La otra es un poco más dura: tontos útiles. Algunos atribuyen el concepto a Lenin, aunque según otros no es clara su autoría. Se trata en todo caso de alguien que cree y defiende ingenuamente una causa, un proyecto o un régimen –los derechos humanos, el medio ambiente, la Agenda 2030 o 40 o 50, yo qué sé, los indígenas, la libertad de la cultura o, en su momento, la Unión Soviética– sin darse cuenta de que, al hacerlo, es usado por algún poder político efectivo –las multinacionales, una potencia extranjera, una oficina de inteligencia o en efecto, en su momento, la Unión Soviética– para hacer avanzar su agenda e intereses, que van de la desestabilización al debilitamiento nacional, pasando por la expoliación o el cambio de régimen, como ocurrió con Muamar Gadafi en Libia en 2011.  

Yo recuerdo que Gustavo Bueno dijo alguna vez, precisamente, que, si a la izquierda le quitas a Lenin, lo que te queda es una ONG. Y aquí es a donde quiero llegar. Bueno se refiere a que Lenin representaba la izquierda política definida, es decir, la que sabe que hay que tomar el poder para cambiar el mundo. Si retiras esa referencia, terminas en una ONG, el paraíso de los tontos útiles.

Tontos porque piensan que se puede hacer política sin tener que macharse las manos con el poder. Útiles porque le hacen el trabajo de preparación o allanamiento previo a otros, que a través suyo debilitan o desestabilizan a un régimen o una nación para luego tomar, ellos sí, el poder, o poner ahí a quien se ajusta al guion preestablecido, como sucedió con Mossadegh en Irán en 1953, que, luego de haber nacionalizado el petróleo iraní, terminó derrocado por un golpe de Estado organizado por la CIA y el M16.

Las ONG u Organizaciones de Otros Gobiernos, como se les suele decir con mayor crudeza, y también precisión, nacieron formalmente a partir del artículo 71 de la Carta de las Naciones Unidas de 1945, pero su proliferación internacional se dispara tras la caída de la Unión Soviética, precisamente.

Algunos autores sostienen que numerosas ONG son hoy el instrumento utilizado por las grandes potencias para propiciar, fabricar y manipular los llamados conflictos de cuarta generación, destinados a desestabilizar a Estados nacionales que se quiere subordinar a un esquema geopolítico concreto, sobre todo si los encabeza un líder nacionalista y patriota, es decir insubordinado. Véase, para los efectos, la película Syriana (2005), basada en las memorias de un ex agente de la CIA

[nota_relacionada id=1196270]

Por lo general, la agenda de fachada de estas unidades indirectas de acción política se elabora con la narrativa de la corrección política: medio ambiente, derechos humanos, feminismo, paz mundial, a través de las cuales el dinero de fundaciones multinacionales, o de fondos gubernamentales de grandes potencias, fluye sin cesar. La fórmula es perfecta: dinero a raudales, corrección política y un inocente, o, con mayor crudeza, un tonto útil, no sé si me explico, que se la cree.   

POR ISMAEL CARVALLO
ASESOR EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@ismaelcarvallo
lctl