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El gran distractor

El América engulle, devora la presión de todos los demás y se echa sobre los hombros a la liga entera

OPINIÓN

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El odiado, el prepotente, el mal amado, el riquillo y aun así, el más grande de México. Es el América, otrora equipo de burgueses y hoy catalizador de masas. Apenas pierde un par de juegos y se desata la tempestad alada. Es el termómetro del futbol mexicano. Dicta la pauta. Rige la liga y es el gran distractor que permite a los otros “grandes” acurrucarse en la medianía (Guadalajara).

Es evidente que el América no está jugando bien a la pelota. Ha carecido de ideas y, cuando menos en los últimos dos partidos, se ha visto rebasado de manera ciclónica, primero por el Atlante disfrazado de Querétaro (equipo de medio pelo) y después por el mucho mejor arropado conjunto del Monterrey, que le dio un baile, apenas el fin de semana, en la nueva grama del Azteca.

La defensiva azulcrema parece un nido de párvulos. Es un cheque en blanco. No hay respuesta desde el banco y la piel gruesa, curtida, de su técnico, parece adelgazarse como la sangre. Aunque irascible, rara vez notamos a Miguel caer en la desesperación, salvo cuando el gran instigador, el payasito profesional de las transmisiones de TV Azteca, le comió el seso y lo llevó habilidosamente al sitio donde quería para que fuera destituido de su puesto como seleccionador nacional. Pero Miguel Herrera es una cucaracha (léase esto con todo respeto para quien ya de por sí es un Piojo). Caerá una bomba atómica y Herrera saldrá de entre los escombros para sacudirse los hombros y continuar en la brega. Es un todoterreno. Lo fue como defensor. Lo es como entrenador.

¿Hay crisis en el América? De ninguna manera. ¿Existe un ultimátum de Emilio hacia Miguel Herrera? Por supuesto que no. Cualquier gripita en Coapa es pulmonía fulminante en otros lares. Con todo y los dos partidos aberrantes de las Águilas, en los que permitieron la friolera de siete goles, contra solamente un par de anotaciones, más la suma a la lista de lesionados por parte de Bruno Valdez (ya se barajan los nombres de Héctor Moreno, Alan Franco y Ezequiel Muñoz para cubrir la sensible baja del sudamericano), el cuadro milloneta parece ser un reguero de pólvora que habrá de estallar en breve. Pero el América no sólo está hecho para los momentos estelares, sino también para “bancarse” cuando la cosa no viene derecha.

El América es el equipo más goleado e indisciplinado de la liga. Y está bien. O son los mejores o son los malosos de moda. Nunca medias tintas. Preferible ver al América arrastrando la cobija, que entregado a la mediocridad.

El América engulle, devora la presión de todos los demás y se echa sobre los hombros a la liga entera. Está en sus genes. Es parte de su ADN. Y eso se sabe desde los tiempos de Emilio Azcárraga Milmo, Emilio Díez Barroso y Panchito Hernández… desde que El Maetro Reinoso reventaba la liga y le pintaba la carita a Boca Juniors, con todo y El Loco Gatti bajo los tres palos del arco xeneize.

Crisis y tempestad a cuestas, el América marcha en la cuarta posición del Guard1anes 2020. Nada mal para un equipo que está “destinado” al fracaso y del que los aficionados piden el cese inmediato del técnico. Insisto, Miguel no se va a ir, a menos que la situación se encuentre en articulo mortis. El América resurgirá en breve de sus propias cenizas para seguir marcando el rumbo de la liga. Irá recuperando lesionados y dejará que el acaudalado río de su actual miseria lo lleve a aguas mansas.

Es el América, odiado por millones y amado por otros tantos. Estará en la Liguilla, luchando palmo a palmo con Cruz Azul, Monterrey, Tigres y León por el título del futbol mexicano. Que no quepa duda alguna. [nota_relacionada id=1208563]

POR JORGE MURRIETA

@JORATLA

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