Haz tu denuncia aquí

Enseñar en tiempos de Covid

Requiere creatividad, entusiasmo; exige amor a la enseñanza, a los alumnos y a la vida. Enseñar es hacer posible la esperanza

OPINIÓN

·

La pandemia vino a poner en jaque a la Educación. Ni la legislación, ni los programas, ni los actores están preparados para enfrentarla. Es necesario un gran esfuerzo coordinado para encontrar soluciones, con la determinación de hacerlo de forma integral y colegiada.

El sistema educativo nacional está conformado por escuelas públicas y privadas. En educación primaria en México existen, según datos del extinto INEE (2019), 88 mil 526 escuelas públicas y nueve mil 27 privadas. Ante el desempleo agravado por la pandemia, un gran número de escuelas privadas están en riesgo de cerrar por la pérdida de alumnos.

Unos migrarán a escuelas públicas, otros más desertarán. La escuela privada en el nivel primaria atiende a un millón 313 mil 96 alumnos (INEE, 2019). El porcentaje de ellos que buscaría ingresar a escuelas públicas es incierto, pero sin duda sería elevado y ejercería una gran presión en el ya de por sí alto número de alumnos por salón –35-40- inscritos actualmente en las escuelas públicas.

Es imprescindible buscar caminos para evitar el cierre de escuelas privadas mediante diversos programas que les permitan sobrevivir; su aportación al sistema educativo nacional es fundamental.

Otra faceta de este complejo andamiaje tiene que ver con la docencia. El aprendizaje en el proceso educativo no se limita a proporcionar información. El intercambio, la comunicación, el sentido de pertenencia que proporciona la convivencia estudiantil, marcan un estilo, una forma de ver las cosas que permanece toda la vida.

Esta riqueza humana intangible, parte esencial de la educación, se está perdiendo a causa de la virtualidad a la que nos ha obligado la pandemia. La comunidad educativa se nos deshace entre los dedos, y no hemos alcanzado a dimensionar el grave rezago que para los estudiantes de hoy significa el convertirse de pronto en sujetos pasivos de Aprende en Casa.

[nota_relacionada id=1197204]

Los maestros son pieza insustituibles de la educación; tienen a su cargo la transmisión de conocimientos y, sobre todo, se asoman al alma de sus alumnos, y los acompañan en su proceso de madurez, ayudándolos en la comprensión de sí mismos y del mundo. La TV jamás sustituirá a un buen maestro. La inversión en formación de docentes y la asistencia técnica para aprovechar adecuadamente los adelantos tecnológicos es esencial.

Hay que buscar con denuedo y cubrebocas ‘un minuto de presencia’ porque ¿qué va a hacer un maestro, una maestra de primaria, sin ver cara a cara a sus alumnos? Al inicio del ciclo, todos los alumnos son nuevos, algunos se conocen entre sí, otros no; su grado de conocimiento es incierto, ya que prácticamente cerró el ciclo anterior sin evaluación. ¿Cuáles son sus sentimientos? ¿sus miedos, sus expectativas?

Enseñar en tiempos de COVID-19 es un gran desafío; requiere creatividad, entusiasmo y alegría; exige amor a la enseñanza, a los alumnos y a la vida. Enseñar es hacer posible la esperanza.

POR CECILIA ROMERO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
lctl

Escucha aquí nuestro podcast sobre coronavirus