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3.3 veces más muertos por Covid

OPINIÓN

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Desde que la pandemia llegó a México muchas cosas han cambiado, pero una es constante: las inconsistencias en quien encabeza la estrategia. Inconsistencias en el semáforo, inconsistencias en los mensajes sobre usar o no cubrebocas, inconsistencias en los pronósticos de decesos, inconsistencias aplanando curvas que siguen ascendentes, inconsistencias reportando contagios e inconsistencias contabilizando decesos.

Desde el 18 de marzo, cuando se registró la primera muerte en el país, hasta hoy, que México contabiliza una dramática cifra oficial de más de 40 mil 400 decesos, la inconsistencia al hablar de los fallecimientos ha sido grosera, impúdica y lastimosa. Se cuentan los casos no solo para llevar una estadística. Se trata de personas con nombre y apellido. Y se deberían contabilizar adecuadamente para tomar decisiones que, es evidente, han equivocado una y otra vez. Si se cuenta mal, la estrategia estará mal.

¿Cómo entender, si no, que los decesos y contagios reportados por el subsecretario López-Gatell en el país, se hayan disparado desde que levantó la Jornada Nacional de Sana Distancia el 31 de mayo? Hasta ese día, en México se registraron 9 mil 930 muertes por Covid-19 y 90 mil 664 contagios. Ayer, siete semanas después, alcanzamos las 40 mil 400 muertes y 356 mil 323 casos.

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Pero la cifra de horror, es mucho peor.

Mario Romero Zavala es director de Retio Base. Él, junto con la economista LaurianneDespeghel ha desarrollado un programa para calcular el exceso de mortalidad en la CDMX y poder contrastar los datos oficiales que se presentan en torno a las muertes por coronavirus, y aproximarnos a una cifra real.

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El sistema que utilizan se basa las actas de defunciones en la capital, así como los registros de defunción de INEGI para los años anteriores. De esta forma, obtienen lo que se conoce como el “exceso de mortalidad”, que es algo utilizado científicamente para evaluar el efecto de una crisis sanitaria en una población dado que los datos pueden no ser completos o no representar una imagen completa de lo que está sucediendo.

Platico con él. ¿De qué tamaño es el exceso de mortalidad en la CDMX?, pregunto.

“El exceso de mortalidad empieza a pronunciarse abril y más drásticamente en mayo tenemos la semana con el pico que hasta la fecha fue en la semana que incluyó al 24 de mayo; esa semana se murieron el triple de personas de lo que fallecieron en esa misma semana en los años anteriores. [nota_relacionada id= 1153231]

“Tenemos ya un total de 10 semanas en las que las muertes se han multiplicado, es decir que hay el doble de fallecimientos de lo esperado, el total del excedente de fallecimientos en lo que va de este año con respecto a los anteriores es 24 mil 72 hasta la semana 27 que concluyó el 5 de julio; esto es, 3.3 veces más que los fallecimientos COVID confirmados por la Secretaría de Salud”, me dice.

3.3 veces más fallecimientos que los que están reportando oficialmente.

Hasta el 5 de julio, López-Gatell había reportado 7 mil 219 muertes confirmadas en la capital; el exceso de mortalidad es 24 mil 72.

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Si comparamos a nuestro país, con otros, por exceso de mortalidad, ya sea por millón de habitantes o por cien mil habitantes, el dato también es de horror.

La CDMX está entre las peores del mundo, y peor que cualquiera de Europa. Peor que Lombardía, Madrid y hasta Londres que es una de las ciudades con mayor “exceso”. La capital del Reino Unido tiene mil 800 de exceso de mortalidad por millón de habitantes. La CDMX, al 5 de julio: 2 mil 699, solo un poco debajo de NY y Guayaquil, que son las únicas ciudades que bajo esta métrica tienen más fallecimientos y más exceso de mortalidad por millón de habitantes.

Sin embargo, NY ya ha regresado a los niveles esperados de mortalidad mientras que en México estamos lejos de eso. Todavía fallecieron, en la semana con corte al 5 de julio, el doble de personas de las que morirían en años anteriores sin esta crisis.

Las cifras oficiales en la Ciudad, pues, habría que multiplicarlas por 3.3, para tener un número real de decesos. El ejercicio no se puede replicar en todo el país, porque muchas bases de datos nacionales o estatales permanecen ocultas. Pero es altamente probable que a nivel República el dato de “exceso de mortalidad” sea muy superior al que reconoce la subsecretaría de Salud.

Las cifras tampoco coinciden con lo que refleja el Registro Nacional de Población. Del 19 de marzo al 18 de mayo, cuando el dato reportado por López-Gatell en todo el país era de 5 mil 177 “defunciones positivas”, en el Renapo se registraban 14 mil 209. Diferencia de 9 mil 032 defunciones. Otro periodo: 19 de marzo al 19 de junio, el Renapo indicó 38 mil 815 defunciones COVID, mientras que su conteo daba 20 mil 394 “defunciones positivas”. Una diferencia de 18 mil 421 muertes.

El horror de los datos ilustra el desastre. La información verás debería servir a las autoridades para tomar decisiones, sin embargo, parece que en México hay quienes se empeñan en ocultar o maquillar la estadística para no transparentar una realidad que, no solo exhibe el drama, sino su incompetencia y responsabilidad.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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